Soy una fan absoluta de los bizcochos, y éste con su combinación de arándanos rojos y naranja es perfecto para desayunos y meriendas navideños. Utilizando este bizcocho como base, se pueden hacer infinitas versiones de distintos sabores e ingredientes. Se trata de un bizcocho jugoso y esponjoso, lleno de sabor, que no puede ser más sencillo de hacer en un tiempo récord.
Este es el típico bizcocho que está incluso más rico al día siguiente. Sin glasear el bizcocho se conserva 7 días en la nevera; con el glaseado el máximo de conservación es de 3 días en la nevera. Además admite congelación. ¡Que disfrutéis!
Bizcocho de arándanos rojos y naranja
250 gramos de harina
250 gramos de harina
1 cucharadita de levadura en polvo, 1/2 cucharadita de sal
110 gramos de arándanos rojos frescos troceados
65 gramos de nueces picadas
1 huevo grande, a temperatura ambiente
50 gramos de azúcar morena
50 gramos de azúcar blanca
240 mililitros de suero de leche (de forma casera se puede hacer añadiendo 1 cucharada de zumo de limón o vinagre blanco a los 240 mililitros de leche, y dejando reposar durante 5 minutos antes de usar)
80 mililitros de aceite vegetal
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 cucharadas de ralladura de piel de naranja
Precalienta el horno a 180 grados. Engrasa un molde rectangular para bizcocho. En un bol mezcla la harina, la levadura, la sal, los arándanos y las nueces, y reserva. En otro bol mezcla el huevo con los dos azúcares con cuidado de deshacer todos los posibles grumos. Añade el suero de leche, el aceite, el extracto de vainilla y la ralladura de piel de naranja. Lentamente vierte los ingredientes húmedos en el bol de los ingredientes secos y mezcla con cuidado. Es muy importante no mezclar de más, sólo lo justo, para que no nos quede un bizcocho poco esponjoso. Vierte la masa en el molde. Hornea durante 1 hora o hasta que al insertar un palillo en el centro del bizcocho éste salga limpio y seco. A mitad del tiempo de horneado tapa el bizcocho con papel de aluminio para evitar que se oscurezca y se hornee por igual. Saca el bizcocho del horno y déjalo enfriar por completo sobre una rejilla antes de servir.
Si te gusta, le puedes añadir, una vez frío y justo antes de servir, una fina capa de glaseado hecha sencillamente con 120 gramos de azúcar glass, 1-2 cucharadas de zumo de naranja, y ralladura de piel de naranja al gusto.
Este es el típico bizcocho que está incluso más rico al día siguiente. Sin glasear el bizcocho se conserva 7 días en la nevera; con el glaseado el máximo de conservación es de 3 días en la nevera. Además admite congelación. ¡Que disfrutéis!
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