31.1.14

Pan caprese de tomates secos, aceitunas negras, mozzarella y albahaca

Y para el fin de semana, una receta rápida y sencilla de pan casero con reminiscencias veraniegas. La combinación de ingredientes frescos, tan mediterránea, es deliciosa, y acompaña estupendamente a un buen plato de pasta, una ensalada o una sopa, aunque también es buenísimo por sí solo.



Pan caprese de tomates secos, aceitunas negras, mozzarella y albahaca

300 gramos de harina
2 cucharaditas de levadura en polvo
3/4 de cucharadita de sal
2 huevos
180 mililitros de leche
160 mililitros de aceite de oliva
80 gramos de tomates secos, escurridos y picados
80 gramos de aceitunas negras, escurridas y picadas
80 gramos de queso mozzarella, picado
Albahaca fresca, picada

Precalienta el horno a 180 grados. En un bol mediano mezcla la harina, la levadura y la sal. En un bol grande bate los huevos con la leche y el aceite. Une ambas mezclas en el bol grande y mezcla ligeramente, ya que si no, el pan se quedará duro. Añade los tomates, las aceitunas, la mozzarella y la albahaca, y mezcla de nuevo ligeramente. Engrasa un molde y vierte la masa en él, alisando la superficie con una espátula. Hornea unos 25 minutos o hasta que la superficie se dore, y comprueba que al introducir un palillo en el centro éste sale limpio y seco. Sácalo del horno y déjalo enfriar en su molde durante 15 minutos; pasado ese tiempo, déjalo enfriar sobre una rejilla y desmolda.

Es un gusto hacer este pan porque cuando se está horneando, toda la casa huele como si estuviéramos en una panadería de la Toscana. Con esta misma masa se podrían hacer unos panecillos individuales e incluso unos muffins muy sabrosos.



Por cierto que a los niños también les encanta este pan ¡porque sabe auténticamente a pizza!
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26.1.14

Bizcocho de naranja, miel y almendras

Y después de dos recetas sanísimas y saladas seguidas, un poco de dulce, lleno de sabor y vitaminas, para aprovechar al máximo las naranjas, que están en plena temporada. Esta receta está inspirada por un regalo de una persona que me encargó recientemente una tarta de cumpleaños: un tarro de miel artesana, procedente directamente de la colmena. Me hizo muchísima ilusión y enseguida pensé en una receta apetecible, a la altura de un detalle tan rico y saludable, y que por cierto además me está ayudando a curar mi pobre garganta, que no termina de estar nunca bien.



Bizcocho de naranja, miel y almendras

165 gramos de harina
1 cucharadita de levadura en polvo y 1/4 de cucharadita de bicarbonato
80 gramos de azúcar morena
75 mililitros de leche
La ralladura de la piel de una naranja y el zumo de una naranja
115 gramos de mantequilla, pomada
80 gramos de miel
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 huevos
Un puñado de almendras fileteadas
Para el sirope: dos cucharadas de miel y el zumo de una naranja

Precalienta el horno a 160 grados. En un bol mezcla con una cuchara de madera el azúcar, la mantequilla, la miel, el extracto de vainilla, la leche, la ralladura, y el zumo de la naranja, hasta obtener una mezcla esponjosa y ligera. En otro bol mezcla la harina, la sal, y el bicarbonato. Rompe los huevos y bátelos en la mezcla de la mantequilla, y poco a poco une esta mezcla a la de los ingredientes secos hasta que resulte una mezcla homogénea. Viértela en un molde engrasado y alisa la superficie con una espátula, y espolvorea las almendras fileteadas. Hornea unos 35 minutos o hasta que el bizcocho se dore, y comprueba que al introducir un palillo en el centro éste sale limpio y seco. Sácalo del horno y con un cuchillo haz varios cortes en la superficie del bizcocho, y a continuación vierte sobre él el sirope hecho con la miel y el zumo de naranja. Déjalo enfriar en su molde y sírvelo al día siguiente.

Se trata de un bizcocho básico en el que el método de batir muy ligeramente los ingredientes le confiere una textura ligera y esponjosa. Es una masa sencilla y rápida de preparar, que se puede usar también para hacer cupcakes, tartas, etc.



Una vez empapado el bizcocho con el sirope de zumo de naranja y miel, cuanto más tiempo lo dejes reposar, más rico estará. Es perfecto por sí solo, pero también va muy bien con nata montada o una bola de helado. ¡Espero que os guste!
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19.1.14

Ensalada de brotes verdes con pera caramelizada y gorgonzola

Y aquí va otra receta sana y rápida para seguir cumpliendo con los buenos propósitos. La pera caramelizada y el queso gorgonzola forman una pareja perfecta y de hecho la cocina italiana está llena de ejemplos de esta deliciosa combinación, tanto en pasta como en pizza. El toque de las nueces y la granada aporta nutrientes y antioxidantes, por lo que es una ensalada idónea para este tiempo invernal en el que conviene tener las defensas a tope. En esta receta no pongo cantidades porque entiendo que cada uno debe hacerla a su gusto, aunque creo que media pera por persona es suficiente, ya que al estar caramelizada, es contundente.



Ensalada de brotes verdes con pera caramelizada y gorgonzola

Mezcla de brotes verdes
Peras conferencia, azúcar, mantequilla, agua y zumo de limón (para 2 peras: 4 cucharadas de mantequilla y 2 cucharadas de azúcar)
Queso gorgonzola, desmigado
Granos de granada
Nueces
Sal, pimienta, vinagre de frambuesa y aceite de oliva virgen extra

Pela, corta por la mitad y descorazona las peras, dejando a ser posible los rabos, y dispónlas en un bol con agua y zumo de limón, para que no se oxiden. Pon la mantequilla y el azúcar en una cacerola grande, y calienta a fuego medio, removiendo de vez en cuando para disolver el azúcar. Cuando la mezcla empieza a hervir, incorpora las peras boca abajo. Entonces baja el fuego a medio-bajo, y cocina hasta que las peras se doren por fuera y estén un poco blandas por dentro, regándolas de vez en cuando con el caramelo, unos 10 minutos o antes; si ves que el caramelo empieza a quemarse, sácalas y reserva. Dispón en el plato o en la ensaladera la mezcla de brotes verdes, las peras templadas, las migas de queso, las nueces y los granos de granada. Salpimienta y aliña al gusto, y sirve antes de que las peras se enfríen.

Estaba deseando hacer esta ensalada; no sé por qué pero estoy pasando por un momento pera, (raro en mí porque no soy muy fan), con lo cual amenazo con volver a hacer en breve alguna otra receta con esta fruta. De lo que sí soy muy fan es de la granada, y de octubre a enero la añado a casi todas mis ensaladas. Como sabéis es una bomba de salud, cargada de antioxidantes, potasio y ácido cítrico, que potencia la acción de la vitamina C, por tanto, perfecta para mantener a raya los catarros invernales.


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12.1.14

Tartar de salmón con quinoa y tejas crujientes de sésamo

Y hoy, un plato súper sano para compensar los excesos navideños. Una receta saludable, nutritiva, y que cumple 100% con los buenos propósitos del año nuevo. Las cantidades son para un entrante para 2 personas, y son algo aleatorias según el grado de picante o de sabor que os guste. Lo he acompañado de creme fraiche, porque me encanta como combina con los sabores fuertes de la lima, la soja y el cilantro, y de tejas crujientes de sésamo.


Tartar de salmón con quinoa y tejas crujientes de sésamo

Para el tartar:
400 gramos de lomos de salmón fresco, 1/2 cebolla roja finamente picada, el zumo de 1/2 lima, 1 ramillete de cilantro, 2 cucharadas de polvo o de pasta de wasabi, 2-3 cucharadas de salsa de soja, aceite de oliva suave
Para las tejas crujientes de sésamo:
30 gramos harina, 1/2 cucharada de azúcar, 1/2 cucharadita de sal, 4 cucharadas de mantequilla blanda, 1 clara de huevo, semillas de sésamo
Para la creme fraiche:
125 gramos de creme fraiche, una pizca de sal, pimienta molida, cebollino fresco picado para decorar

Preparación del tartar: corta el salmón en daditos, mezcla con la cebolla picada finamente y añade a esta mezcla el zumo de lima, la salsa de soja, el wasabi y aceite de oliva al gusto. Deja marinar durante al menos 2 horas, refrigerado. Una vez pasado este tiempo y cuando se vaya a servir, corta finamente hojas de cilantro al gusto, y mezcla con el salmón. Añádele un poco del jugo resultante de la marinada.

Preparación de las tejas: precalienta el horno a 190 grados. Mezcla la harina, el azúcar y la sal en un bol mediano. Bate la clara de huevo en la mezcla de harina con ayuda de un tenedor. Incorpora la mantequilla hasta obtener una masa homogénea. Unta una cucharadita de masa en una bandeja de horno engrasada, formando redondeles pequeños. Repite hasta llenar la bandeja. Espolvorea cada forma con las semillas de sésamo y hornea unos 10 minutos, o hasta que los bordes empiecen a dorarse.

Preparación de la creme fraiche: batela hasta formar picos suaves, unos 2 minutos. Sazona con la sal y la pimienta. Hasta que vayas a servirlo, cubre la crema y refrigérala. Decora con el cebollino picado.


Para mí la quinoa ha sido un descubrimiento relativamente reciente, si aún no la habéis probado os cuento que además de ser un magnífico acompañante de verduras, carnes, y pescados, incluso ideal para preparación de postres, versátil y fácil de cocinar en minutos, se trata de un seudo cereal cargado de proteínas, hierro y magnesio.



Es la primera vez que hago las tejas de sésamo y me han parecido deliciosas y ligeras, perfectas también para tomar con quesos, fiambres o embutidos; acaban de pasar a engrosar mi lista de recetas recurrentes.

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6.1.14

Roscón de Reyes

Me encanta el roscón. De hecho estoy esperando esta semana durante todo el año para poder forrarme, pero la verdad es que cada vez me cuesta más encontrar uno que me guste en Madrid, da igual, caro o barato, en general, son malos. Con lo cual este año, he decidido liarme la manta a la cabeza y hacerlo en casa. He leído mil recetas y finalmente he hecho mis propias combinaciones, y la verdad es que no ha resultado nada difícil, sólo un poco laborioso, pero el resultado ha sido buenísimo. Ya no lo vuelvo a comprar, se acaba de convertir en tradición familiar; al fin y al cabo, todas las tradiciones tienen que empezar alguna vez en la vida...


Roscón de Reyes de medio kilo

250 gramos de harina de fuerza
50 gramos de azúcar
25 mililitros de leche templada
25 mililitros de agua
1 huevo
La ralladura de 1 limón y la ralladura de 1 naranja
1 cucharadita de agua de azahar
Un pellizco de sal
20 gramos de levadura fresca
50 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
Para decorar: 1 huevo, 30 gramos de azúcar, 150 gramos de fruta escarchada de buena calidad, una sorpresa y un haba

Tamizamos la harina y formamos dos volcanes con ella, uno con 200 gramos y otro con los 50 gramos restantes. Al más pequeño le añadimos la levadura y el agua templada, y amasamos hasta formar una bola que dejaremos fermentar hasta que doble su tamaño. Al volcán de mayor tamaño le añadimos el resto de ingredientes a excepción de la mantequilla, y amasamos con fuerza; entonces le añadimos la bola de masa fermentada y la mantequilla poco a poco. Amasamos de nuevo hasta que la masa quede elástica y no pegajosa; si es necesario, podemos añadir un poco de harina. Dejamos reposar esta masa en un cuenco grande hasta que fermente y doble su tamaño (yo lo dejé durante toda la noche, tapado con papel film). Ahora formamos una bola grande con la masa, dejamos reposar durante un par de minutos, y haciendo un agujero en el centro con los dedos, vamos dándole forma de roscón a la masa e introducimos un aro de emplatar engrasado en el centro de la masa. Ahora envolvemos en film transparente nuestra sorpresa y nuestra haba y las metemos con cuidado en la masa. Disponemos la masa en una bandeja de horno forrada de papel de horno y dejamos fermentar de nuevo, en mi caso unas 2 horas.Ya por último, pintamos el roscón con el huevo batido, hacemos el granillo de azúcar humedeciéndolo con un poco de agua, y lo colocamos sobre el roscón, y disponemos las frutas escarchadas. Precalentamos el horno a 200 grados y lo horneamos a esa temperatura durante 5 minutos; a continuación bajamos el horno a 180 grados y lo seguimos horneando otros 10 minutos. Cuando está listo lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. Para evitar que se rompa, no quites el papel de horno hasta que el roscón esté completamente frío.

Y sí, la humanidad se divide entre los que odian y los que adoran las frutas escarchadas del roscón, y yo soy, en clara minoría, de los que las adoran, especialmente la naranja. En este roscón hay naranja, mandarina, pera, higo, ciruela y cerezas. Es fundamental que sean muy buenas y estas las encontré en un puesto del Mercado de Chamartín, a 18€ el kilo, carísimas, pero han merecido la pena porque eran deliciosas.



No tengáis miedo a intentar hacerlo en casa, el resultado compensa el tiempo invertido, con creces. ¡Y ánimo, que aún quedan días para disfrutarlo!
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