25.9.15

Ensalada César con pollo

Y con estas altas temperaturas que siempre caracterizan el final de septiembre, yo sigo estirando la lista de platos frescos y apetecibles, como esta clásica ensalada César con pollo, que ya habrá tiempo de sobra para platos más contundentes y otoñales. Y digo clásica porque aunque sea de origen norteamericano, pocos restaurantes españoles se resisten a incluirla en sus cartas. Aunque la verdadera ensalada César no lleva pollo, yo lo suelo incluir porque la salsa, que es la auténtica estrella de esta ensalada, le va de maravilla y así se hace un poco más contundente. Tanto me gusta esta ensalada que normalmente en mi casa en Navidad la hacemos con langosta… deliciosa. Esta receta es para 6 personas.


Ensalada César con pollo

3 corazones de lechuga romana
6 anchoas de lata en aceite, escurridas
1 diente de ajo pequeño
2 yemas de huevo, grandes
3 cucharadas de zumo de limón recién exprimido
3/4 cucharadita de mostaza Dijon
120 mililitros de aceite de oliva
600 gramos de pollo asado, troceado, con su piel
3 cucharadas de queso parmesano rallado con rallador, y un poco más para servir
Pimienta negra recién molida
Picatostes de pan

Para hacer la salsa, pica las anchoas y el ajo, y añádele un pellizco de sal, formando una pasta. Cuando esté lista, pásala a un bol mediano. Incorpora las yemas de huevo batidas, el zumo de limón y la mostaza. Empezando gota a gota y después en un hilo, incorpora el aceite removiendo con varillas hasta obtener una salsa espesa y brillante. Ahora incorpora el queso parmesano rallado a la salsa y salpimienta. Por último, añade el pollo asado y los picatostes. Incorpora las hojas de lechuga partidas en trozos grandees, y con las manos mezcla todo el conjunto. Corona la ensalada con más queso parmesano rallado.

Esta famosísima ensalada fue creada en 1924 en Estados Unidos por el cocinero emigrante italiano César Cardini en su restaurante, supuestamente durante una noche de mucho trabajo en la que se quedaron sin provisiones y Cardini empleó los ingredientes que encontró a mano para salir del paso con una ensalada. Para darle un toque sofisticado, la preparó directamente frente los comensales, que es la forma en la que se sigue sirviendo hoy en día en los restaurantes americanos de cierto nivel. La ensalada se convirtió rápidamente en un éxito rotundo, y la gente hacía kilómetros sólo para comer la ensalada, que con el tiempo fue adoptada como un clásico de la cocina norteamericana, y sobre todo se convirtió en el plato favorito del Hollywood de los años veinte y treinta, dándole fama mundial.

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22.9.15

La cocina del sur de la India

Partiendo de la base de que sólo he viajado dos veces a India en mi vida, (una al norte hace ya casi veinte años, y otra al sur este mismo verano), y asumiendo sin duda que no soy ninguna experta en el tema, sí que he llegado a la conclusión obvia de que la India es un país tan enorme, con tantas características e influencias, que su gastronomía no podía ser de otra manera y así, se trata de un mosaico de diferentes contrastes que hace que cada región tenga su carácter completamente diferente, y que dentro de cada región, cada estado también tenga notables diferencias, dependiendo de sus recursos naturales, sus influencias históricas, religiosas y culturales.

Aunque este post ni siquiera araña la superficie de la diversidad de la cocina india, valga como primera aproximación de lo que uno se puede esperar, de entrada, al viajar a este país.

Para empezar, si hacemos una sencilla y superficial distinción entre la cocina de la India del norte y la del sur (sin olvidar que también la cocina del este y del oeste son totalmente distintas entre sí), a grandísimos rasgos, estas serían sus características: 
Cocina del norte: cremosos curries y ricas salsas. Platos tan populares como korma, carnes cocinadas en horno tandoori, samosas y pan naan.
Cocina del sur: uso de ingredientes como semillas, especias, sambar, chutneys, tomates, coco, cilantro, encurtidos, variedades de legumbres como lentejas o garbanzos, plátanos. Platos como dosa masala (un especie de fino crepe hecho de lentejas y arroz), thalis, biryanis, etc., y arroz, siempre arroz.



Este verano pasé dos semanas en Kerala, el estado del sur que pertenece a la costa malabar. Tiene un clima caliente, y húmedo y es costero. Llueve abundantemente, lo que les proporciona una despensa natural continua de arroz, fruta y verdura, siempre fresca. La cocina malabar tiene un amplísimo repertorio de platos de pescado y marisco, como el delicioso curry de pescado y leche de coco. De esta zona son los platos más especiados de la India. Para cocinar y freír utilizan principalmente aceite de coco porque toda la zona es un auténtico vergel de cocoteros. Las especias e ingredientes principales en sus platos y que muchos tienen al alcance de la mano en los jardines de sus casas son las hojas de curry, semillas de mostaza, pimienta, tamarindo, chiles, canela, cardamomo, jengibre, nuez moscada, comino, clavo, cúrcuma, etc. Su cocina obviamente se entronca con su pasado cosmopolita y con su vocación de puerto exportador de especias, y así, hay influencias musulmanas, portuguesas, holandesas y británicas. Los postres normalmente incluyen coco, plátano o anacardos. Las comidas finalizan con café a diferencia del norte del país que bebe té.

La cocina del sur de la India es una mezcla brillante de sabores, colores, fragancias, con un uso equilibrado de especias, y sin descuidar la presentación, que siempre es muy visual.

El capítulo de panes merece una mención aparte. Durante todo el viaje he comido una variedad infinita de panes, desde mis favoritos y antes desconocidos como el parotta o el puri, hasta algunos más habituales como el roti, el chapatti, o el naan. U otros que acompañan o se integran directamente en los platos como el appam, propio de Kerala y hecho con arroz y coco.

Para quien quiera hacer una sencilla incursión en la cocina india básica, aquí os dejo el enlace a un delicioso pollo tikka masala.


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