29.4.14

Aleta de ternera rellena al horno

Vaya por delante que aunque el título de esta receta es "Aleta de ternera rellena al horno", la verdad es que, por consejo de mi carnicero, he sustituido la aleta, que al parecer es una carne bastante seca, por una pieza equivalente llamada "vacío", también de ternera pero mucho más jugosa. Esta receta, que por cierto, he hecho por primera vez, ha sido un enorme éxito de crítica y público, sobre todo entre el infantil, que por lo general siempre es el más difícil de complacer. Una pieza de 1 kilo da para 4 fieras o 6 personas normales. En mi casa cayó la aleta entera entre 4 de una sentada…, no diré más.


Aleta de ternera rellena al horno

1 pieza de vacío o aleta de ternera de 1 kilo, cortada lo más fina posible y abierta en forma de libro
1 paquete de bacon ahumado
200 gramos de carne picada (mezcla de 100 gramos de carne de ternera y 100 gramos de carne de cerdo)
2 huevos cocidos
1 lata pequeña de aceitunas rellenas
6 tomates secos conservados en aceite de oliva
1/2 cebolla, 1 diente de ajo y perejil
1 huevo crudo
Una aguja grande para coser, hilo fuerte y cordel
Para la salsa: 1 cebolla, 3 zanahorias, 1 hoja de laurel, vino blanco, pimienta entera, sal y aceite de oliva

Precalienta el horno a 180 grados. Abre la aleta como un libro y frota con ajo y sal. Dispón las tiras de bacon, dejando unos centímetros libres por los lados. En un bol mezcla las carnes picadas con el huevo crudo, el perejil y la cebolla picada, y extiende esta mezcla sobre el bacon. Coloca sobre la carne picada los huevos duros cortados, los tomates secos escurridos, y las aceitunas. Enrolla la carne bien apretada, con cuidado de que el relleno no se salga por los laterales. Cose con aguja e hilo los laterales y el cilindro de lateral a lateral. Brida con el cordel, con cuidado de cerrar bien las esquinas. Sala el cilindro de carne y en una cacerola con 2 cucharadas de aceite muy caliente, dora por todos los lados para sellar la carne. No lo cocines de más, sólo se trata de marcar. Reserva. Ahora prepara la salsa cortando la cebolla en juliana y las zanahorias en rodajas. En una cacerola rehoga la cebolla y las zanahorias junto con la hoja de laurel y unas bolitas de pimienta entera. Una vez rehogado, añade un chorro de vino y remueve durante unos minutos para que se forme la salsa. En una fuente para horno vierte esta salsa y coloca encima el rollo de carne. Échale por encima un chorro de aceite e introduce en el horno durante 1 hora, dándole la vuelta de vez en cuando. Cuando ya ha pasado el tiempo, saca la carne del horno y reserva. Reduce la salsa en un cazo, quítale la hoja de laurel, y si te gusta más, tritura la salsa en la minipimer. Antes de cortar la carne, comprueba que está fría, y sirve en rodajas, con la salsa aparte muy caliente.

Todas las recetas de aleta rellena que he visto llevan pimientos rojos, pero tengo que confesar que yo los detesto, por lo que se me ocurrió sustituirlos por unos tomates secos conservados en aceite de oliva, y nadie los ha echado de menos, al contrario, le han aportado jugosidad y sabor a la carne.


El truco para que el relleno de la carne no se nos desparrame al cortarla es esperar a que esté fría, y sin quitarle aún el cordel, cortar rodajas gruesas, de 1 centímetro más o menos. Por tanto, la carne se sirve fría, y la salsa aparte, en salsera, muy caliente. Yo acompañé la carne de patatas fritas en cuadraditos, pero también le iría muy bien unas bolitas fritas de patata o un puré.

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25.4.14

Financiers de chocolate y frambuesa

Hacer la masa me llevó exactamente 5 minutos entre pesar y mezclar. Olía de maravilla mientras se horneaban, y el resultado son estos ligeros e irresistibles pastelitos de almendra, mantequilla y huevo, que se comen en dos bocaditos y se deshacen en la boca. La mala noticia es que tienen una limitada vida de 24 horas desde que se hornean; después no valen nada. Pero la buena noticia es que la masa se mantiene perfecta durante 7 días en un recipiente cerrado en la nevera, con lo cual puedes tener la masa e ir horneando la cantidad que quieras cada vez que te apetezcan.



Financiers de chocolate y frambuesa

150 gramos de chocolate, en trozos
100 mililitros de nata 35%
50 gramos de mermelada de frambuesa
60 gramos de azúcar glass
50 gramos de mantequilla, derretida
50 gramos de harina
40 gramos de almendras molidas
1/2 cucharadita de levadura en polvo
4 claras de huevo
1/2 cucharadita de extracto de almendra
1 pellizco de sal
24 frambuesas

Precalienta el horno a 180 grados. Engrasa un molde de mini muffins. Derrite el chocolate en el microondas. Calienta la nata y añádele el chocolate derretido, removiendo hasta que resulte una crema lisa y brillante. Añade la mermelada y remueve. Bate las claras con minipimer sólo hasta espumar y vierte en ellas la harina junto con el azúcar, las almendras molidas, la levadura y la pizca de sal. Añade la mantequilla derretida y a continuación la ganaché de chocolate en tres veces, mezclando suavemente para incorporar. Añade el extracto de almendra. Rellena el molde, a 2/3 de su capacidad, y corona cada molde con una frambuesa sin empujarla dentro de la masa. Hornea unos 10-15 minutos, con cuidado de que no se tuesten demasiado. Comprueba con un palillo si están bien hechos en el centro. Déjalos enfriar dentro del molde, y después pasa espátula por los bordes para sacarlos y dejarlos sobre una rejilla. Sírvelos templados o fríos.

Yo los he hecho en un molde para 24 mini cupcakes porque no tengo el que se utiliza para hacer estos pequeños pastelillos, es decir, un molde con pequeños rectángulos, ya que supuestamente se llaman "financiers" porque tienen forma de pequeños lingotes.


Deliciosos tanto aún calientes del horno como ya fríos. Los puedes servir espolvoreados con azúcar glass y acompañados de frambuesas frescas. Una vez fríos del todo, se pueden guardar en un contenedor hermético hasta 4 días. Se pueden congelar hasta 3 meses, y la masa se puede hacer un día antes de hornearlos.

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22.4.14

Salmón al horno con salsa teriyaki casera

Todavía estoy flipada con esta receta tan sabrosa y sencilla. Se trata de mi revisión particular de una receta de salmón caramelizado con soja que hizo mi suegra recientemente, y que ya de entrada, me encantó. Yo le he añadido unos cuantos ingredientes más y creo que ha quedado estupenda. Se trata de un plato rápido y de sabor sorprendente para 2 personas, que lo mismo nos resuelve una comida de diario que una cena más historiada, y una forma diferente de comer pescado, aunque sin duda estaría igual de rico con una carne tipo solomillo, si nos ponemos espléndidos, o con pollo.



Salmón al horno con salsa teriyaki casera

2 lomos de salmón
8 cucharadas de salsa de soja
1/2 cucharada de jengibre en polvo
2 dientes de ajo, picados
3 cucharadas de aceite de oliva
5 cucharadas de zumo de lima
3 cucharadas de azúcar morena
Un pellizco de sal
Pimienta al gusto

Lava los lomos de salmón, sécalos con papel absorbente y dispónlos en una fuente para horno, y reserva. En un bol pequeño mezcla la soja, el jengibre, la sal, el ajo, el azúcar, el aceite y el zumo de lima, hasta que se integren correctamente. Vierte esta salsa sobre el salmón y marina 15 minutos por cada lado. Precalienta el horno a 180 grados. Hornea durante 15 minutos y pasado ese tiempo aumenta la temperatura a 200 grados sólo por arriba y hornea durante 5 minutos más. Cuando ya esté listo el salmón, sírvelo en los platos, y pasa a una sartén la salsa que ha quedado en la fuente, hiérvela 2 minutos a fuego medio para espesarla y caramelizarla, y viértela por encima del salmón.

Yo he acompañado el salmón con pak choi a la plancha con unas escamas de sal Maldon, y un flan de arroz basmati. También combinaría perfectamente con quinoa y unos espárragos trigueros a la plancha.



Para mí esta receta es perfecta porque me encanta la salsa teriyaki, pero las industriales están llenas de químicos (como el glutamato monosódico, que me da un dolor de cabeza brutal), y tienen un sabor muy artificial. De esta manera he aprendido a hacer mi propia salsa teriyaki casera, que como véis requiere mínimo esfuerzo y pocos ingredientes.
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16.4.14

Cupcakes de zanahoria con crema de queso

Bueno, pues como ya me imaginaba, donde dije digo digo Diego, no he sido capaz de resistirme, y aquí estoy con una receta que no siendo de Semana Santa sí es una receta de Pascua, pero no de la nuestra, si no de la anglosajona. Pero como el mundo ya no tiene fronteras y menos en cuanto a cocina se refiere, aquí está mi pequeña aportación a estos días de fiesta. Estos pastelitos de zanahoria y nueces con cobertura de crema de queso a la vainilla están increíblemente ricos y son facilísimos de preparar. La combinación de sabores de las zanahorias, las especias y las nueces es deliciosa, y la textura, esponjosa y jugosa. Para quien no le guste el dulce en exceso, estos bocaditos son perfectos, y la cobertura les confiere un toque inesperado, cremoso y fresco. Esta receta es para 24 cupcakes.


Cupcakes de zanahoria con crema de queso

115 gramos de azúcar blanca
115 gramos de azúcar morena
160 mililitros de aceite vegetal
3 huevos
1/2 cucharada de extracto de vainilla
195 gramos de harina
1/2 cucharada de canela molida
1 cucharadita de levadura en polvo
1 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
1/4 de cucharadita de nuez moscada
225 gramos de zanahorias ralladas
115 gramos de nueces picadas

Para la crema de queso: 115 gramos de queso crema a temperatura ambiente, 115 gramos de mantequilla a temperatura ambiente, 1/2 cucharada de extracto de vainilla, 1/4 de cucharadita de sal, 200 gramos de azúcar glass.

Zanahorias de fondant o mazapán para decorar.

Precalienta el horno a 180 grados. Dispón las cápsulas de papel en los huecos de un molde para cupcakes. En un bol mezcla los dos azúcares y el aceite hasta que queden combinados. Añade los huevos uno a uno, después el extracto de vainilla, y mezcla otra vez hasta que se integren todos los ingredientes. En un bol aparte mezcla la harina, la canela, la levadura, el bicarbonato, la sal, y la nuez moscada. Añade esta mezcla de ingredientes secos a la mezcla del aceite, y bate muy ligeramente, sólo hasta combinar. Entonces incorpora las zanahorias ralladas y las nueces picadas con cuidado y vuelve a mezclar sólo hasta combinar. Vierte la masa en las cápsulas, hasta 2/3 de su capacidad. Hornea entre 15 y 18 minutos, hasta que al introducir un palillo éste salga limpio y seco. Saca la bandeja del horno y deja enfriar los cupcakes dentro del molde durante unos 10 minutos y después sácalos y déjalos enfriar sobre una rejilla. Prepara la cobertura con ayuda de una minipimer, mezclando el queso crema y la mantequilla hasta obtener una pasta lisa sin grumos. Añade el extracto de vainilla y la sal, y continúa mezclando hasta combinar. Gradualmente añade el azúcar glass. Bate hasta combinar todos los ingredientes por completo. Mete la crema un rato en la nevera hasta que adquiera la consistencia necesaria para utilizarla. Con ayuda de una manga pastelera o una cucharilla, cubre los cupcakes con la crema de queso y decora con las zanahorias.

La masa de estos cupcakes es la misma que la de la tarta de zanahoria, un clásico entre los postres norteamericanos, con muchos años de tradición, pero que sigue igual de vigente a día de hoy. Existen cientos de recetas, variantes e ingredientes para hacer bizcocho o tarta de zanahoria, pero he elegido la versión más básica porque siempre se puede ir a más (otras recetas incorporan pasas, piña, manzana, coco, nueces pacanas, pistachos, o almendras, entre otros).


Espero que disfrutéis de unos estupendos días de vacaciones. Nos vemos a la vuelta.

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14.4.14

Ensalada de bacalao y naranja

Previendo lo que se avecina en Semana Santa, gastronómicamente hablando, en vez de hacer una receta típica de estas fechas, os propongo una sencilla pero riquísima ensalada que tiene como protagonista al rey de estas fiestas, el bacalao, pero en su versión más ligera y refrescante, gracias a sus compañeros de plato.


Ensalada de bacalao y naranja

1 manojo o bolsa de canónigos
1/2 cebolla roja, cortada en aros
1 naranja en rodajas, cortadas en mitades
80 gramos de bacalao ahumado, cortado en tiras
1 lata pequeña de aceitunas negras, cortadas por la mitad
Pimienta, sal Maldon, vinagre balsámico y aceite de oliva virgen extra

Dispón en el plato o en la ensaladera y en este orden, los canónigos, las rodajas de naranja cortadas en mitades, los aros de cebolla roja, las tiras de bacalao y las aceitunas negra cortadas en mitades. Salpimenta. Aliña con el vinagre balsámico y el aceite.

Tengo que confesar que a mí el rollo gastronómico de Semana Santa, sobre todo el apartado de pastelería, no sé por qué no me va mucho, por lo que, aunque todo es posible y en el último minuto me dé por ahí, no tengo prevista ninguna receta típica de estas fiestas Eso sí, en breve me voy cuatro días de vacaciones a tierras catalanas y espero hacer descubrimientos interesantes para compartir con vosotros...

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11.4.14

Vasitos de bizcocho con crema de chocolate y avellanas y frutos rojos

Que los postres individuales presentados en vasos o frascos de cristal están de moda hace tiempo, ya lo sabíamos. Pero a lo que mejor no sabíamos es que además de tener su gracia en cuanto a presentación, estos postres a capas en versión mini tienen varias ventajas interesantes: se hacen en 10 minutos si tienes los ingredientes preparados, generalmente no necesitan horneado, la cantidad es la justa para no saturar, y admiten infinidad de variantes. Esta receta es para 4 vasitos individuales.


Vasitos de bizcocho con crema de chocolate y avellanas y frutos rojos

1 base de bizcocho de vainilla
Crema de chocolate con avellanas hecha con 100 gramos de avellanas tostadas y peladas, 225 gramos de chocolate oscuro en trozos, 30 gramos de azúcar, 55 gramos de mantequilla a temperatura ambiente y cortada en dados, 1/2 cucharadita de extracto de vainilla, 120 mililitros de nata espesa y un pellizco de sal. La crema sobrante se puede conservar en un bote hermético en la nevera durante 1 semana.
Merengue sencillo hecho con 2 claras de huevo a temperatura ambiente, el doble de su peso de azúcar, y un pellizco de sal
Frutos rojos variados: fresas, frambuesas, moras, arándanos, etc.

Primero haz la crema de chocolate y avellanas triturando durante unos 5 minutos las avellanas con el azúcar en una picadora hasta obtener una pasta. Aparte, derrite el chocolate y añádele la mantequilla, el extracto de vainilla y la sal, removiendo hasta obtener una mezcla lisa y homogénea. Incorpora la nata y remueve hasta que se integre. Añádele la pasta de avellanas y mezcla todo. Pasa la crema resultante a un frasco de cristal y déjalo enfriar hasta que la vayas a usar.

Ahora haz el merengue batiendo las claras de huevo a punto de nieve con una batidora de varillas. Añádele el pellizco de sal e incorpora poco a poco la mitad del azúcar, y después el resto sin dejar de batir, hasta conseguir una textura muy firme.

Rellena el fondo de los vasitos con trozos del bizcocho de vainilla. Pon en cada vasito, sobre el bizcocho, la crema de chocolate y avellanas. Corta la fruta previamente lavada y secada, y dispón los trocitos sobre la crema de chocolate. Pon el merengue sobre la fruta, ayudándote con una cuchara o con una manga pastelera. Decora con algunos frutos. Guarda en la nevera si no los vas a comer inmediatamente.

Yo lo compuse con estos ingredientes porque son los que tenía a mano, pero lo cierto es que se me ocurren innumerables versiones cambiando la base (bizcocho de cualquier sabor, galletas, brownie, tarta, bizcochos de soletilla), el merengue (yogur, queso fresco, nata montada, helado), la crema de chocolate (sirope, puré de frutas, mermeladas, miel, curd de frutas, caramelo, dulce de leche), y los toppings (fruta, virutas de chocolate, cacao en polvo, frutos secos).

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8.4.14

Hojaldre de espárragos y queso

Aunque tenemos espárragos verdes de invernadero casi todo el año, es ahora cuando comienza su verdadera temporada, por lo que es el momento idóneo para preparar esta sencillísima receta a base de hojaldre y distintos quesos. Lo suyo sería hacer la masa de hojaldre casera, pero siendo como es una receta estupenda para novatos o perezosos en la cocina, se puede hacer perfectamente con masa comprada y así no nos complicamos mucho la vida.


Hojaldre de espárragos y queso

1 plancha de hojaldre rectangular
1 manojo de espárragos
Queso gorgonzola, mozzarella y emmental
Pimienta, sal Maldon y aceite de oliva virgen extra

Precalienta el horno a 180 grados. Forra una bandeja de horno con papel y coloca la masa sobre ésta. Dobla los extremos de la masa hacia dentro para formar un borde, y pincha toda la plancha con un tenedor. Hornea unos 15 minutos o hasta que el hojaldre esté dorado. Saca la plancha pero mantén el horno encendido. Reparte la mozzarella, el emmental y el gorgonzola sobre la masa cocinada. Dispón armoniosamente los espárragos sobre ella, alternando puntas y tallos. Espolvorea con un poco de pimienta negra molida y sal Maldon. Vierte un chorrito de aceite sobre la tarta y hornea durante unos 15 minutos o hasta que los quesos estén fundidos y burbujeantes.

A mí me gusta comerlo caliente, cuando los sabores de los tres quesos se han entremezclado, aunque el que más se distingue es claramente el del gorgonzola, que si es de buena calidad, le da un ligero toque picante al conjunto.


Rápido y fácil, es perfecto como entrante para compartir o como comida o cena ligera, acompañado de una ensalada.

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4.4.14

Bizcocho de cerezas confitadas y almendras

Tengo una rara fijación con las cerezas confitadas: me parecen preciosas y siempre pienso que eso es suficiente para que me resulten deliciosas, cuando la realidad es que me las dejo siempre en el roscón o cuando me la ponen como decoración de un helado. Dicho esto, tengo que reconocer que tenía un paquete de cerezas confitadas muerto de risa en la nevera hace siglos, y buscaba la receta perfecta para usarlas, pero ninguna me convencía (¿será porque realmente no me gustan?…). Y he aquí el descubrimiento que ha cambiado por completo mi opinión sobre las cerezas confitadas. Esta es una receta-joya, en primer lugar porque es una de esas recetas que sin haberla hecho nunca y mientras la estás preparando, ya intuyes que va a ser estupenda, y en segundo lugar, porque una vez hecha, cuando lo pruebas, descubres que es sencillamente fabulosa. Es de esas que sabes que ha venido para quedarse y formar parte de tu recetario habitual. Y lo mejor es que es muy simple en cuanto a ingredientes y a tiempos, con un resultado que supera toda expectativa. Mira que me gustan todos los bizcochos, pero este es algo muy especial, con cierto aire vintage y elegante, perfecto para acompañar a una taza de té.



Bizcocho de cerezas confitadas y almendras

200 gramos de cerezas confitadas
250 gramos de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
1 pellizco de sal
225 gramos de mantequilla, ablandada
175 gramos de azúcar
3 huevos grandes, batidos
3-4 gotas de aroma de almendras
6 cucharadas de leche
100 gramos de almendras fileteadas

Precalienta el horno a 180 grados. Lava y seca las cerezas para quitarles el exceso de almíbar; córtalas por la mitad y reserva. Bate la mantequilla junto con el azúcar hasta obtener una crema ligera. Gradualmente añade los huevos batidos y el aroma de almendra. En un bol aparte mezcla la harina, la levadura, la sal y las almendras fileteadas. A esta mezcla añádele la anterior, y con una espátula integra ambas con cuidado de no batir en exceso. Añade las cerezas y la leche, y vierte la mezcla resultante en un molde de bizcocho previamente engrasado. Hornea durante unos 45-60 minutos a 180 grados, hasta que al introducir un palillo en el centro éste salga limpio y seco. Saca el bizcocho del horno y déjalo enfriar sobre una rejilla antes de desmoldar.

Como sé perfectamente que lo voy a repetir en breve, creo que al siguiente le voy a añadir un par de cucharadas de azúcar y de almendras fileteadas por encima antes de meterlo en el horno, para coronarlo con una capa tostada y crujiente que le va a ir fenomenal.


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1.4.14

Mini cupcakes de lima y chocolate blanco

Reconozco que a primera vista, la combinación de bizcocho de lima relleno de crema de lima y cobertura de chocolate blanco puede resultar algo extraña, pero doy fe de que es una combinación refrescante y sorprendente. La cobertura dulce y sedosa de chocolate blanco combina de maravilla con el sabor agridulce de la lima en un bizcocho esponjoso, jugoso y delicado. Pero la verdadera sorpresa de estos bocaditos llega cuando nos encontramos que tienen un corazón picante y cítrico, característico de la lima. Con esta deliciosa receta salen 24 unidades.



Mini cupcakes de lima y chocolate blanco

130 gramos de mantequilla, ablandada
295 gramos de azúcar
2 huevos tamaño XL
45 mililitros de zumo de lima y 3 cucharadas de ralladura de piel de lima
270 gramos de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
270 mililitros de leche
170 gramos de azúcar
42 gramos de mantequilla
135 mililitros de zumo de lima y 1 cucharada de ralladura de piel de lima
2 huevos, batidos
130 gramos de chocolate blanco para repostería
60 mililitros de nata para montar
85 gramos de mantequilla, ablandada
1 cucharadita de extracto de vainilla
270 gramos de azúcar glass

Precalienta el horno a 180 grados. En un bol grande bate la mantequilla, el azúcar y la ralladura de piel de lima hasta obtener una masa ligera y cremosa. Añade los huevos y el zumo de lima, y mezcla bien. En otro bol, combina la harina y la levadura. Une ambas mezclas en tres veces, alternando también con la leche, y unifica bien. En un molde de horno para mini cupcakes dispón las cápsulas de papel y con una cuchara llénalas a 2/3 partes de su capacidad (no nos interesa que suban mucho). Hornea unos 18 minutos o hasta que al introducir un palillo éste salga limpio y seco. Sácalos del horno y déjalos enfriar 10 minutos aún dentro del molde antes de pasarlos a una rejilla para que se enfríen por completo.
Para hacer el relleno de crema de lima: pon el azúcar, la mantequilla, el zumo de lima y la ralladura de piel de lima en una cacerola pequeña; hierve a fuego medio-alto hasta que la mantequilla se derrita. Mezcla 2 cucharadas de esta mezcla en un bol con los huevos y bate. Reduce el fuego y gradualmente vierte en la cacerola la mezcla de huevo batido. Espera a que se espese la mezcla removiendo a menudo con una cucharada de madera y con cuidado de que no se pegue, unos 20-25 minutos. Una vez listo deja enfriar la crema y pásala a un bol, cubriéndola con papel film para que no se forme una costra dura. Refrigera y reserva.
Para hacer la cobertura de chocolate blanco: mezcla el chocolate troceado y la nata e introdúcelo en el microondas en intervalos de 30 segundos, removiendo entre tiempo y tiempo, unas 3 o 4 veces hasta conseguir una pasta lisa y cremosa. Déjala enfriar por completo. Mezcla esta crema de chocolate con la mantequilla y la vainilla. Añade el azúcar glass poco a poco hasta obtener una crema de cobertura ligera y esponjosa.
Para el montaje de los cupcakes: con ayuda de un descorazonador de manzanas, haz un agujero en el centro de cada cupcake, reserva el trocito de bizcocho que sale del aparato, rellena el agujero con la crema de lima y tápalo con el trocito de bizcocho reservado. Con una manga pastelera y una boquilla de tu elección, decora a tu gusto los cupcakes con la cobertura de chocolate blanco.

Yo los he decorado con un poco de ralladura de piel de lima, pero también les iría muy bien unos trocitos de pistacho o un poco de nuez de macadamia rallada.



Estas tartas en miniatura son perfectas para esas ocasiones en que no te apetece más que un bocadito dulce, aunque es difícil resistirse a comer más de uno… Si te sobran, puedes congelarlos, pero siempre sin cobertura.

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