5.8.14

Carpaccio de frutas con helado y reducción de balsámico

Ligero y refrescante, este mosaico de preciosas frutas de verano hará las delicias de todos. La elección de una buena fruta de temporada es fundamental, así como un buen helado dulce y cremoso, pero lo que realmente le da el toque mágico a este sencillo postre es el jarabe de balsámico.


Carpaccio de frutas con helado y reducción de balsámico

Frutas variadas de temporada (yo he usado pera, mango, melocotón rojo, carambola, kiwi y moras)
Helado al gusto
Reducción de balsámico (calienta durante 2 minutos en el microondas 2 cucharadas de vinagre balsámico de Módena y 1 cucharada de azúcar moreno)

Con ayuda de una mandolina o con un cuchillo muy afilado corta finas rodajas de fruta y dispónlas armoniosamente en el plato de presentación. Rocía la fruta cortada con unas gotas de limón para evitar que se oxide. Pon una bola de helado encima de la fruta. Vierte un poco de reducción de balsámico sobre el helado. Sirve inmediatamente.


Como sugerencia, el helado que mejor le va a la reducción de balsámico por el contraste de sabor es el de vainilla o el de fresas.

Image and video hosting by TinyPic

Aspics de tomate a la caprese

Hoy todo el crédito va para mi amiga Nuria, que ya hace tiempo me pasó esta maravillosa receta, y que no me ha podido gustar más (¡gracias!). Un auténtico oasis para los sentidos en medio de estas altas temperaturas; refrescante y ligero, estos aspics están cargados de notas mediterráneas: tomate, olivas, albahaca… Deliciosos.



Aspics de tomate a la caprese

1/2 kilo de tomates maduros
Hojas de gelatina neutra
Un pellizco de sal y un pellizco de azúcar
Tapenade o paté de aceitunas negras (si lo vas a hacer casero: tritura con la minipimer 100 gramos de aceitunas negras de Aragón o Kalamata, un diente de ajo pequeño, 1 cucharadita de tomillo, 1 cucharadita de romero, 1 cucharadita de alcaparras y una anchoa, y liga los ingredientes vertiendo un hilo de aceite).
Pan de molde, tostado
Mozzarella
Aceite de oliva extra virgen
Albahaca fresca

Escalda los tomates durante 1 minuto, deja enfriar y pélalos. Tritura con minipimer y cuela. Sala y añade la pizca de azúcar. Pesa el jugo resultante y por cada 120 gramos de líquido, utiliza 2 hojas de gelatina neutra. En un cazo pequeño pon un poco del jugo de tomate a calentar, y mientras tanto pon en remojo en agua fría la gelatina, siguiendo las instrucciones del paquete; exprímela y agrega al tomate caliente. Une este tomate con el resto y mezcla bien. Con ayuda de un pincel de silicona engrasa con aceite el molde y rellena los huecos con el tomate. Mete en la nevera hasta que cuajen por completo, al menos 4 horas. Para el montaje, tuesta el pan de molde, corta redondeles con un aro del tamaño del molde y unta con tapenade. Corta la mozzarella con el mismo aro, y coloca encima del pan. Por último y con mucho cuidado de no romperlos, saca los aspics del molde y coloca encima. Decora con unas hojitas de albahaca fresca.

Yo preferí hacer 4 aspics grandes a modo de primer plato, pero la receta original de mi amiga era para hacerlos pequeños, en molde de mini muffins. Con esta misma receta salen unos 20 mini aspics.


Además de estar riquísimos y ser súper refrescantes, estaréis de acuerdo conmigo en que visualmente son una maravilla, muy warholianos.



Image and video hosting by TinyPic

1.8.14

Tarta helada Selva Negra

Esta es una versión bastante sui generis de la famosa tarta alemana Selva Negra, empezando porque la he hecho helada con objeto de sobrellevar las altas temperaturas que nos están tocando sufrir, y porque para ser una auténtica tarta Selva Negra, el bizcocho debería estar mojado con un poco de kirsch de cerezas, pero como la iban a comer niños, lo he dejado para otra ocasión. En cualquier caso se trata de una deliciosa combinación de bizcocho de chocolate, helado casero de vainilla y compota de cerezas, ideal para darle un toque festivo a cualquier comida o cena.



Tarta helada Selva Negra

1 tableta de chocolate negro para repostería
3 huevos
125 gramos de mantequilla
1 yogur griego
5 cucharadas de leche
6 cucharadas de azúcar
8 cucharadas de harina
1 sobre de levadura en polvo
320 mililitros de leche entera
4 yemas de huevo
130 gramos de azúcar
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
Un pellizco de sal
400 gramos de nata líquida para montar
Compota de cerezas (receta aquí)

Para preparar el bizcocho: Precalienta el horno a 170 grados y engrasa un molde de bizcocho. En una cacerola mediana calienta la leche junto con el chocolate cortado en trozos y la mantequilla, incorpora el azúcar, los huevos y el yogur. Retira del fuego y añade la harina y la levadura. Mueve poco a poco hasta que todos los ingredientes queden bien mezclados e incorporados. Vierte la masa en el molde y hornea durante unos 30 minutos, hasta que al pinchar el centro con un palillo éste salga limpio y seco. Deja enfriar en el molde sobre una rejilla durante unos 10 minutos, después sácalo del molde, deja enfriar por completo y reserva. Para preparar el helado de vainilla: en un cazo pequeño y a fuego muy bajo pon las yemas, la leche, el azúcar, la sal y el extracto de vainilla. Mezclamos bien los ingredientes con varillas sin dejar de mover, hasta que veas que la mezcla se empieza a espesar un poco; entonces añade la nata fría, sigue mezclando y deja enfriar tapado. Una vez a temperatura ambiente, mete la mezcla en el frigorífico y manténla un mínimo de ocho horas, y si puedes, toda una noche, para que se asienten los sabores. Entonces sigue las instrucciones de tu heladera y manteca hasta obtener el helado, y reserva. Para hacer la compota de cerezas, sigue esta receta. Para el montaje de la tarta helada: engrasa un molde rectangular de bizcocho y fórralo de papel de horno. En el fondo del molde pon una capa de helado; sobre ella, una capa de compota de cerezas, y sobre ella, una capa de bizcocho de chocolate. Repite la operación para acabar con la capa de bizcocho. Cubre la superficie y mete en el refrigerador durante un par de horas para que se asiente bien. Diez minutos antes de servir, sácalo de la nevera y déjalo reposar, tira del papel de horno hacia arriba para desmoldarlo fácilmente, retira el papel y vuélcalo sobre una fuente de presentación. Si te sobra compota de cerezas como en mi caso, vierte un poco sobre cada ración cuando sirvas.

Os propongo aparcar por un día el horno, y hacer este riquísimo postre refrescante y cremoso para no tener que recurrir al típico helado sin más, y hacer algo diferente para variar.


Sencillamente irresistible.

Image and video hosting by TinyPic