10.7.14

Pastel de cerezas

Epítome del verano y de la tradición en países anglosajones, esta receta es entretenida pero fácil de hacer, ya que las cerezas realmente hacen todo el trabajo por nosotros. El aroma de la masa quebrada, la fruta y la vainilla inundan la cocina mientras se hace en el horno, y os aseguro que es difícil respetar al tiempo de enfriado que requiere una vez la sacas del horno… Absolutamente irresistible con una bola de helado de vainilla y una pizca de canela, o un poco de nata montada.



Pastel de cerezas

800 gramos de cerezas, deshuesadas
150 gramos de azúcar
3 cucharadas de Maicena
El zumo de 1/2 limón
Un pellizco de sal
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
3 gotas de extracto de almendra
25 gramos de mantequilla, en trocitos
350 gramos de harina
1 cucharadita de sal
50 gramos de azúcar
225 gramos de mantequilla fría, cortada en dados
50 mililitros de agua helada
Para pintar el pastel: 2 cucharadas de leche y un poco de azúcar

Pon las cerezas en un bol grande, añade el azúcar, la maicena, la sal, el zumo de limón, el extracto de vainilla y el extracto de almendra, combinando todos los ingredientes con cuidado. Deja macerar al menos 12 horas. Pasado ese tiempo, pon las cerezas en una cacerola a fuego medio y deja que se espesen dando vueltas frecuentemente durante unos 15 minutos, pero con cuidado de que no se deshagan. Una vez estén listas, deja enfriar y reserva. En un bol pon la harina tamizada junto con la mantequilla fría, y mezcla con los dedos hasta conseguir una textura de galleta desmenuzada. Añade el azúcar y la sal. Incorpora el agua despacio. Sigue trabajando la masa con los dedos, pero sólo lo justo hasta que quede todo ligado. Divide la masa resultante en dos bolas, aplanando cada mitad en forma de disco, cubre cada bola con papel film y refrigera durante una hora. Pasado ese tiempo, saca uno de los discos de la nevera y ponla sobre una superficie enharinada. Amasa con el rodillo y forma un circulo del tamaño del molde. Con la ayuda del rodillo transfiere la masa estirada al molde engrasado y enharinado. Ajusta la masa a las paredes del molde con la ayuda de un trocito de masa. Reserva esta base en el frigorífico y a continuación haz el enrejado superior con el segundo disco de masa. Amasa con el rodillo y forma un circulo del tamaño del molde. Corta 12-14 tiras de masa con un cortador de pizza o pasta. Precalienta el horno a 200 grados y pon la rejilla en el tercer nivel mas bajo del horno. Vierte las cerezas en la base forrada con la masa quebrada y pon encima de las cerezas los trocitos de mantequilla. Coloca las tiras del enrejado cuidadosamente sobre la base y el relleno. Corta y remete el sobrante de las tiras del enrejado entre la base y el molde. Aprieta con los dedos para asegurar que las tiras se pegan a la base. Pinta las tiras y el borde del molde con la leche y espolvorea un poco de azúcar por encima. Hornea 15 minutos y reduce la temperatura a 180 grados y sigue horneando durante 25 - 35 minutos, o hasta que la masa adquiera un color dorado y los jugos de las cerezas empiecen a burbujear. Vigila el pastel, y si el borde de la tarta se tuesta demasiado, cubre con un anillo de papel de plata, y retíralo los últimos 10 minutos del horneado, para que la tarta se dore por igual. Transfiere la tarta a una rejilla y deja enfriar. Sirve a temperatura ambiente.


Este es sin duda mi postre preferido en el mundo entero, y en mi casa creo que ha sido el postre más exitoso de los últimos meses. Desde luego pienso repetir con otras frutas de verano como melocotones, ciruelas o moras, en cuanto tenga ocasión.

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