6.1.14

Roscón de Reyes

Me encanta el roscón. De hecho estoy esperando esta semana durante todo el año para poder forrarme, pero la verdad es que cada vez me cuesta más encontrar uno que me guste en Madrid, da igual, caro o barato, en general, son malos. Con lo cual este año, he decidido liarme la manta a la cabeza y hacerlo en casa. He leído mil recetas y finalmente he hecho mis propias combinaciones, y la verdad es que no ha resultado nada difícil, sólo un poco laborioso, pero el resultado ha sido buenísimo. Ya no lo vuelvo a comprar, se acaba de convertir en tradición familiar; al fin y al cabo, todas las tradiciones tienen que empezar alguna vez en la vida...


Roscón de Reyes de medio kilo

250 gramos de harina de fuerza
50 gramos de azúcar
25 mililitros de leche templada
25 mililitros de agua
1 huevo
La ralladura de 1 limón y la ralladura de 1 naranja
1 cucharadita de agua de azahar
Un pellizco de sal
20 gramos de levadura fresca
50 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
Para decorar: 1 huevo, 30 gramos de azúcar, 150 gramos de fruta escarchada de buena calidad, una sorpresa y un haba

Tamizamos la harina y formamos dos volcanes con ella, uno con 200 gramos y otro con los 50 gramos restantes. Al más pequeño le añadimos la levadura y el agua templada, y amasamos hasta formar una bola que dejaremos fermentar hasta que doble su tamaño. Al volcán de mayor tamaño le añadimos el resto de ingredientes a excepción de la mantequilla, y amasamos con fuerza; entonces le añadimos la bola de masa fermentada y la mantequilla poco a poco. Amasamos de nuevo hasta que la masa quede elástica y no pegajosa; si es necesario, podemos añadir un poco de harina. Dejamos reposar esta masa en un cuenco grande hasta que fermente y doble su tamaño (yo lo dejé durante toda la noche, tapado con papel film). Ahora formamos una bola grande con la masa, dejamos reposar durante un par de minutos, y haciendo un agujero en el centro con los dedos, vamos dándole forma de roscón a la masa e introducimos un aro de emplatar engrasado en el centro de la masa. Ahora envolvemos en film transparente nuestra sorpresa y nuestra haba y las metemos con cuidado en la masa. Disponemos la masa en una bandeja de horno forrada de papel de horno y dejamos fermentar de nuevo, en mi caso unas 2 horas.Ya por último, pintamos el roscón con el huevo batido, hacemos el granillo de azúcar humedeciéndolo con un poco de agua, y lo colocamos sobre el roscón, y disponemos las frutas escarchadas. Precalentamos el horno a 200 grados y lo horneamos a esa temperatura durante 5 minutos; a continuación bajamos el horno a 180 grados y lo seguimos horneando otros 10 minutos. Cuando está listo lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. Para evitar que se rompa, no quites el papel de horno hasta que el roscón esté completamente frío.

Y sí, la humanidad se divide entre los que odian y los que adoran las frutas escarchadas del roscón, y yo soy, en clara minoría, de los que las adoran, especialmente la naranja. En este roscón hay naranja, mandarina, pera, higo, ciruela y cerezas. Es fundamental que sean muy buenas y estas las encontré en un puesto del Mercado de Chamartín, a 18€ el kilo, carísimas, pero han merecido la pena porque eran deliciosas.



No tengáis miedo a intentar hacerlo en casa, el resultado compensa el tiempo invertido, con creces. ¡Y ánimo, que aún quedan días para disfrutarlo!
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