Las palabras “pâte à choux” son suficientes para amedrentar a cualquiera que, como yo, no esté en posesión de un “ diplôme de patisserie” de Le Cordon Bleu. Pero no hay que dejarse intimidar porque sorprendentemente los éclairs son mucho más fáciles de hacer en casa de lo que parece; sólo requiere seguir al pie de la letra las instrucciones y tener un poquito de habilidad con la manga pastelera (yo personalmente, cero, y no me tan quedaron mal). Los éclairs clásicos tienen 3 componentes: una ligera y crujiente pasta choux, una jugosa crema pastelera para el relleno, y una brillante capa de chocolate por encima. Ninguno de estos tres componentes es difícil de hacer en casa. Lo único algo más complicado, pero perfectamente alcanzable, es conseguir con la manga pastelera unas tiras de pasta que conformen líneas perfectas e iguales, pero os aseguro que al tercero o cuarto éclair, ya le habréis cogido el tranquillo. Estos que veis aquí eran para un encargo, en versión mini, para acompañar al café. Con esta receta salen unas 24 unidades.
Eso sí, es importante saber que estos deliciosos pastelitos están más ricos si se hacen el mismo día en que se van a consumir. Se pueden congelar horneados sin relleno y sin glaseado hasta que los necesitemos. Después sólo tienes que calentarlos en el horno a 165 grados durante unos 8 minutos o hasta que estén crujientes. Aunque te parezcan muchos, te recomiendo que hagas una buena cantidad porque te sorprenderás de la rapidez con que desaparecen.
Eclairs de chocolate y pistacho
Para la crema pastelera de chocolate:
Para el glaseado y la decoración:
Para hacer la crema pastelera de chocolate: en un cazo ponemos la leche con el trozo limpio de vaina de vainilla. Lleva a ebullición, retira del fuego y reserva. En un bol mezcla el azúcar, las yemas y la Maicena. Con unas varillas mezcla todo hasta que quede perfectamente ligado. A esta mezcla añádele poco a poco la leche, sin dejar de remover. Una vez esté todo unido ponlo a cocer a fuego lento, removiendo constantemente hasta que espese. Retira del fuego y deja enfriar; pasa la crema a un bol y tápala con un papel film en contacto con la crema para que no forme una costra dura. Deja enfriar. Mientras tanto calienta la nata justo hasta que empiece a hervir, trocea el chocolate y vierte por encima de él la nata caliente, mezclando hasta que el chocolate esté bien derretido y la mezcla sea homogénea. Deja que se enfríe un poco esta ganaché, mezcla con la crema pastelera hasta que quede bien integrada. Dejar enfriar por completo en la nevera tapada con un papel film hasta que la tengamos que usar. Entonces llena una manga pastelera con la crema de chocolate y rellena cuidadosamente los éclairs. Reserva.
Para hacer el glaseado y la decoración: calienta la nata en una cacerola pequeña. En un bol vierte la nata sobre el chocolate en trozos. Deja reposar hasta que se derrita el chocolate, y remueve hasta obtener una crema lisa y suave. Moja cada éclair boca abajo en el chocolate y deja que caigan las gotas de chocolate antes de darles la vuelta. Espolvorea con los pistachos picados. Transfiere a una rejilla y deja secar el glaseado.
Para la pasta choux:
125 mililitros de leche entera, 125 mililitros de agua, 90 gramos de mantequilla cortada en cubos, 155 gramos de harina, 4 huevos tamaño L, 1 cucharadita de sal
Para la crema pastelera de chocolate:
250 mililitros de leche, 1/2 vaina de vainilla, sin semillas, 65 gramos de azúcar, 20 gramos de Maicena, 2 yemas de huevo, 85 mililitros de nata líquida, 100 gramos de chocolate, en trozos
Para el glaseado y la decoración:
120 mililitros de nata espesa
110 gramos de chocolate, en trozos
Pistachos, pelados y picados
Para hacer la pasta choux: en un cazo hierve a fuego lento la leche, el agua, la mantequilla y la sal.
Cuando la mantequilla esté derretida, retira del fuego y echa de golpe echar toda la harina.
Bate enérgicamente con una cuchara de palo hasta que consigas que la masa se despegue de las paredes del cazo.
Deja enfriar durante 3 ó 4 minutos. Mientras tanto en un bol bate ligeramente un huevo.
Cuando la masa se haya enfriado un poco, echa el huevo batido sobre ella y bate hasta que esté incorporado del todo.
Repite la operación con los otros tres huevos, uno por uno. Cada vez que incorpores un huevo parecerá que la masa se ha cortado, pero si continúas batiendo con fuerza verás que se convierte en una masa homogénea, suave y brillante.
Deja reposa unos minutos.
Entre tanto, precalienta el horno a 200 grados.
Introduce la masa en una manga pastelera con una boquilla lisa o rizada de 1 cm.
Sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear, haz las lineas de masa según el tamaño de éclairs que desees, dejando unos 5 centímetros entre una linea y otra, ya que crecerán. Yo lo hice directamente con una manga sin boquilla, cortando un pico de 2 centímetros, porque me resulta más sencillo. Una vez formados los éclairs, píntalos con un huevo batido y mételos en el horno. En ese momento baja la temperatura y hornea a 180 grados durante 15 minutos, pasado ese tiempo abre la puerta del horno unos segundos y vuelve a cerrar; continúa horneando unos 15 minutos más o hasta que estén dorados. Saca la bandeja del horno y aún calientes, haz un corte en el lateral de los éclairs con un cuchillo afilado. Vuelve a meter la bandeja en el horno, y déjalos dentro, con la puerta abierta, durante 10-15 minutos.
Déjalos enfriar por completo sobre una rejilla antes de rellenarlos.
Para hacer la crema pastelera de chocolate: en un cazo ponemos la leche con el trozo limpio de vaina de vainilla. Lleva a ebullición, retira del fuego y reserva. En un bol mezcla el azúcar, las yemas y la Maicena. Con unas varillas mezcla todo hasta que quede perfectamente ligado. A esta mezcla añádele poco a poco la leche, sin dejar de remover. Una vez esté todo unido ponlo a cocer a fuego lento, removiendo constantemente hasta que espese. Retira del fuego y deja enfriar; pasa la crema a un bol y tápala con un papel film en contacto con la crema para que no forme una costra dura. Deja enfriar. Mientras tanto calienta la nata justo hasta que empiece a hervir, trocea el chocolate y vierte por encima de él la nata caliente, mezclando hasta que el chocolate esté bien derretido y la mezcla sea homogénea. Deja que se enfríe un poco esta ganaché, mezcla con la crema pastelera hasta que quede bien integrada. Dejar enfriar por completo en la nevera tapada con un papel film hasta que la tengamos que usar. Entonces llena una manga pastelera con la crema de chocolate y rellena cuidadosamente los éclairs. Reserva.
Para hacer el glaseado y la decoración: calienta la nata en una cacerola pequeña. En un bol vierte la nata sobre el chocolate en trozos. Deja reposar hasta que se derrita el chocolate, y remueve hasta obtener una crema lisa y suave. Moja cada éclair boca abajo en el chocolate y deja que caigan las gotas de chocolate antes de darles la vuelta. Espolvorea con los pistachos picados. Transfiere a una rejilla y deja secar el glaseado.
Como sabéis, la pasta choux es una de las masas básicas de la pastelería francesa, y es, sobre todo, muy versátil, ya que nos permite hacer pasteles dulces o salados, dependiendo de la forma y de los rellenos que elijamos: éclairs con rellenos y glaseados diferentes si son dulces, profiteroles si los hacemos con forma redonda, gougères si los hacemos de queso, petisús si los rellenamos de salmón o de espárragos, etc.
Eso sí, es importante saber que estos deliciosos pastelitos están más ricos si se hacen el mismo día en que se van a consumir. Se pueden congelar horneados sin relleno y sin glaseado hasta que los necesitemos. Después sólo tienes que calentarlos en el horno a 165 grados durante unos 8 minutos o hasta que estén crujientes. Aunque te parezcan muchos, te recomiendo que hagas una buena cantidad porque te sorprenderás de la rapidez con que desaparecen.
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