Esto de la escapada pre-navideña se está convirtiendo en un hábito y en esta ocasión la ciudad elegida ha sido Londres. En buena compañía y sin ver una gota de lluvia en cuatro días, allá nos lanzamos a patearnos de la mañana a la noche las calles de una ciudad que aunque se haya visitado en anteriores ocasiones, nunca deja de sorprender. El otoño le sienta bien a la ciudad, que de día luce todos los posibles colores de la estación en parques y jardines, y de noche se ilumina para hacernos sentir el gusanillo de la ya próxima Navidad en todos los escaparates y decoraciones que engalanan la ciudad. Y como para mí no sería un viaje completo si no incluyese un periplo gastronómico, previamente habíamos preparado nuestro itinerario con esmero y cariño. Atrás quedaron los tiempos en que la escena gastronómica de Londres dejaba bastante que desear. Hoy en día la capital británica es reconocida como uno de los mejores destinos del mundo para "foodies", desde restaurantes galardonados con estrellas Michelín, hasta humildes puestos callejeros, pasando por una miríada de restaurantes de las más diversas especialidades y etnias. Además es una de las ciudades del mundo en la que hay un mayor número de mercados de comida internacional por metro cuadrado, o un sinfín de pequeñas tiendas de productos locales orgánicos en cada esquina. Obviamente en una ciudad tan viva como esta, cada día se abren nuevas direcciones interesantes y a distancia es difícil estar al día, pero por si tenéis planeado un viaje próximo, os propongo una mini-guía gourmet actualizada y testada de mis últimos descubrimientos o re-descubrimientos. Por supuesto la gracia de estas recomendaciones es que se trata de sitios económicos o cuando menos asequibles, porque todos sabemos comer bien gastándonos una pasta, pero lo difícil es hacerlo gastando poco, lo cual en esta ciudad es difícil pero no imposible.
Supermercado Whole Foods. Cadena de supermercados de alimentos naturales y orgánicos, de origen norteamericano, con tiendas también en el Reino Unido. Tienen absolutamente de todo, y además una sección de comida para llevar muy apetecible. Varias direcciones.
Harrod’s Food Hall. Sólo dar un paseo entre sus expositores y vitrinas ya es capaz de hacer la boca agua a cualquiera. No es barato, pero aunque no se compre nada, es un placer para los sentidos. 87-135 Brompton Road (Knightsbridge).
Delicatessen "take-away" Ottolenghi. Propiedad de un chef israelí, sus tiendas con comida para llevar tienen sus raíces en la cocina de Oriente Medio que consigue fusionar con la cocina mediterránea y asiática, dando lugar a una variedad de platos vibrantes, sanos y deliciosos. Los postres son tan ricos como estéticos. En la ciudad hay varias direcciones, entre ellas 63 Ledbury Road (Notting Hill). En una versión más económica L’Eto, en varias direcciones, entre ellas 149 King’s Road (Chelsea), tiene buenas y variadas ensaladas, sándwiches recién hechos, tartas y postres a precios más asequibles, eso sí, no tan exóticos.
Restaurante Nopi. Convenientemntemente ubicado en el Soho, Nopi es el restaurante del chef israelí Ottolenghi, (con el mismo espítiru y filosofía de sus delicatessens con comida para llevar), que para mí ha sido el descubrimiento del viaje, por distinto y especial. Tiene dos zonas: arriba, para comidas más formales; y abajo, con dos mesas comunales frente a la cocina abierta, donde yo comí y caí rendida ante sólo 2 platos que me transportaron directamente al cielo. Imprescindible reservar. 21-22 Warwick Street (Soho).
Café, panadería/pastelería y tienda gourmet Albion en el edificio del moderno hotel The Boundary, en Shoreditch, el barrio hipster por excelencia. Ya el nombre del local nos hace adivinar que los productos van a ser obviamente ingleses. Está abierto todo el día para desayunar, comer, picar o cenar. El ambiente y la decoración están cuidadísimos, como no podía ser de otra manera, siendo uno de los propietarios el diseñador Sir Terence Conran. 2-4 Boundary Street, (Shoreditch).
Carnicería Allens. En el elegante barrio de Mayfair, en una pintoresca calle de tiendecitas independientes y junto a un precioso jardín, esta carnicería de estilo victoriano que lleva abierta 120 años, es toda una institución en la ciudad. Aunque posiblemente no compres nada, es una delicia de tienda, que además tiene la curiosidad de que imparte clases de carnicería. 117 Mount Street (Mayfair)
Quesería Androuet. El paraíso de los amantes del queso. Una coqueta tienda con gran variedad de quesos locales e internacionales. 107b Commercial Street, Old Spitalfields Market.
Productos British en supermercados Sainsbury y Marks & Spencer Food, para compras básicas y no tan básicas como té, scones, mermeladas, curds, curries, quesos, etc.. Varias direcciones.
Mercado tradicional Borough Market. A la sombra de un gran puente por el que pasan las vías del tren, en la ribera sur del Támesis, este mercado de productos frescos, el más antiguo de Londres y templo de peregrinación de cualquier amante de la comida, es una sucesión de puestos de todo tipo de alimentos, rodeado por pubs, tiendas y restaurantes. Lo más divertido es comprarse alguna de las exquisiteces que se venden en la variedad de puestos y comer directamente en las zonas cubiertas habilitadas en el mercado, o si el tiempo acompaña, hacer un improvisado picnic en el cercano jardín de la catedral de Southwark con cualquiera de las deliciosas comidas callejeras que se venden en el vecino Green Market. 8 Southwark Street (Southbank).
Para tomar el té (y aquí es difícil que sea barato, si queremos experimentar la quintaesencia del "afternoon high tea") he elegido dos lugares en absoluto tradicionales para una costumbre tan arraigada y sacrosanta: el ultra moderno y surrealista Sketch, si estás dispuesto a gastar las 39 libras que cuesta y desde luego vale (9 Counduit Street, Mayfair), y el salón de té de la Saatchi Gallery, Gallery Mess Café, que por la mitad de precio ofrece un experiencia exquisita en un entorno moderno con el gustazo de poder disfrutar de obras de arte colgadas de sus paredes y de un jardín muy apetecible en verano (The Duke of York’s Square, King’s Road, Chelsea).
La tienda gourmet/café con clases de cocina en vivo Recipease, otra nueva apuesta del genial Jamie Oliver, y un placer para la vista, el olfato y el gusto. 92-94. Notting Hill Gate (Notting Hill).
Para una comida rápida elijo sin duda la cadena de restaurantes japoneses y "noodle bar" Wagamama, en el que siempre pido el "super spicy chilli chicken ramen" y un zumo recién hecho de frutas y verduras. Para mí es una cita sentimental obligada, ya que mi madre me llevó por primera vez allá por 1992 y me fascinaron las primeras mesas comunales que veía en mi vida, la enorme cocina abierta con toda su despliegue de actividad a la vista, y sus enormes cuencos de "noodles" que entonces me parecían el summum de lo exótico. Varias direcciones.
Restaurante indio Tayyab’s. Restaurante familiar abierto en los años setenta, su especialidad es la cocina india de la región del Punyab, y sus curries, tikkas y tandooris son sencillamente irresistibles, a un precio inbatible. Es imprescindible reservar. 83-89 Fieldgate Street (Whitechapel).
Para una cena divertida, sin duda la izakaya o taberna japonesa Kurobuta, donde se toma la cerveza Kiren con un copete de espuma helada que hacen con una máquina como la de hacer granizados, y unos cócteles deliciosos hechos por un "barista", como dicen allí, encantador, como el resto del personal. Pequeño, estrecho, ruidoso y abarrotado, la comida es diferente, creativa e innovadora. Y sí, éste es de los caros, pero también de los que hacen que el viaje merezca realmente la pena. Imprescindible hacer reserva con al menos una semana de antelación. Hay dos direcciones pero el que yo conozco está en 251 King’s Road (Chelsea).
Para tomar un trozo de tarta, un pastelito o un tentempié salado en cualquier momento del día, Balthazar es el sitio adecuado. Un oasis de paz en un espacio mínimo abarrotado de deliciosas tentaciones caseras, dulces y saladas, entre las que te será difícil elegir. Personalmente, para recuperar fuerzas y entrar en calor, te recomiendo el bizcocho de jengibre y lima acompañado de un té muy caliente. 4-6 Russell Street (Covent Garden). Otra buena sugerencia para hacer una paradita en la dura jornada del turista y relajarse ante un generoso trozo de tarta y un café es Kahaila. 135 Brick Lane (Whitechapel).
Para darse un capricho (o varios), no te pierdas los chocolates artesanales de Dark Sugars, en formas, sabores y colores completamente inesperados. 141 Brick Lane (Whitechapel).
Toda una institución tanto del barrio como de la ciudad desde los años setenta, Beigel Bake, abierto las 24 horas todos los días de la semana, ofrece auténticos "bagels" y otras delicias judías; los mejores para mí son los clásicos rellenos de salmón y queso, y los de carne asada y mostaza. 159 Brick Lane (Whitechapel).
Tienda de utensilios de cocina Divertimenti. El bazar de los cacharros de cocina. Presumen de tener cerca de 4.500 utensilios tanto para cocina y mesa, así como una reconocida escuela de cocina. Varias direcciones, entre ellas 227-229 Brompton Road (Knightsbridge).
Y por último, todos los libros de cocina del mundo mundial en un espacio dedicado sólo a este tema, la librería Books for Cooks, en el número 4 de Blenheim Crescent (Notting Hill).
Como podéis comprobar no paré en los cuatro días de viaje, y me dio tiempo a hacer de todo. Lo único que se me quedó en el tintero fue una visita a uno de los gastropubs que han proliferado por la ciudad, es decir, los viejos y clásicos pubs ingleses reconvertidos en modernos templos gourmet que sin duda han dado un giro radical a la gastronomía inglesa. Pero bueno, así tengo una excusa para volver en breve.
De izquierda a derecha: Balthazar, Ottolenghi, Harrod's Food Hall, Allens Butchers, Recipease, Borough Market, Dark Sugars, Albion, y Kahaila.
Y así de bonita y mágica estaba la ciudad, preparada y lista para las próximas fiestas.
Supermercado Whole Foods. Cadena de supermercados de alimentos naturales y orgánicos, de origen norteamericano, con tiendas también en el Reino Unido. Tienen absolutamente de todo, y además una sección de comida para llevar muy apetecible. Varias direcciones.
Harrod’s Food Hall. Sólo dar un paseo entre sus expositores y vitrinas ya es capaz de hacer la boca agua a cualquiera. No es barato, pero aunque no se compre nada, es un placer para los sentidos. 87-135 Brompton Road (Knightsbridge).
Delicatessen "take-away" Ottolenghi. Propiedad de un chef israelí, sus tiendas con comida para llevar tienen sus raíces en la cocina de Oriente Medio que consigue fusionar con la cocina mediterránea y asiática, dando lugar a una variedad de platos vibrantes, sanos y deliciosos. Los postres son tan ricos como estéticos. En la ciudad hay varias direcciones, entre ellas 63 Ledbury Road (Notting Hill). En una versión más económica L’Eto, en varias direcciones, entre ellas 149 King’s Road (Chelsea), tiene buenas y variadas ensaladas, sándwiches recién hechos, tartas y postres a precios más asequibles, eso sí, no tan exóticos.
Restaurante Nopi. Convenientemntemente ubicado en el Soho, Nopi es el restaurante del chef israelí Ottolenghi, (con el mismo espítiru y filosofía de sus delicatessens con comida para llevar), que para mí ha sido el descubrimiento del viaje, por distinto y especial. Tiene dos zonas: arriba, para comidas más formales; y abajo, con dos mesas comunales frente a la cocina abierta, donde yo comí y caí rendida ante sólo 2 platos que me transportaron directamente al cielo. Imprescindible reservar. 21-22 Warwick Street (Soho).
Café, panadería/pastelería y tienda gourmet Albion en el edificio del moderno hotel The Boundary, en Shoreditch, el barrio hipster por excelencia. Ya el nombre del local nos hace adivinar que los productos van a ser obviamente ingleses. Está abierto todo el día para desayunar, comer, picar o cenar. El ambiente y la decoración están cuidadísimos, como no podía ser de otra manera, siendo uno de los propietarios el diseñador Sir Terence Conran. 2-4 Boundary Street, (Shoreditch).
Carnicería Allens. En el elegante barrio de Mayfair, en una pintoresca calle de tiendecitas independientes y junto a un precioso jardín, esta carnicería de estilo victoriano que lleva abierta 120 años, es toda una institución en la ciudad. Aunque posiblemente no compres nada, es una delicia de tienda, que además tiene la curiosidad de que imparte clases de carnicería. 117 Mount Street (Mayfair)
Quesería Androuet. El paraíso de los amantes del queso. Una coqueta tienda con gran variedad de quesos locales e internacionales. 107b Commercial Street, Old Spitalfields Market.
Productos British en supermercados Sainsbury y Marks & Spencer Food, para compras básicas y no tan básicas como té, scones, mermeladas, curds, curries, quesos, etc.. Varias direcciones.
Mercado tradicional Borough Market. A la sombra de un gran puente por el que pasan las vías del tren, en la ribera sur del Támesis, este mercado de productos frescos, el más antiguo de Londres y templo de peregrinación de cualquier amante de la comida, es una sucesión de puestos de todo tipo de alimentos, rodeado por pubs, tiendas y restaurantes. Lo más divertido es comprarse alguna de las exquisiteces que se venden en la variedad de puestos y comer directamente en las zonas cubiertas habilitadas en el mercado, o si el tiempo acompaña, hacer un improvisado picnic en el cercano jardín de la catedral de Southwark con cualquiera de las deliciosas comidas callejeras que se venden en el vecino Green Market. 8 Southwark Street (Southbank).
Para tomar el té (y aquí es difícil que sea barato, si queremos experimentar la quintaesencia del "afternoon high tea") he elegido dos lugares en absoluto tradicionales para una costumbre tan arraigada y sacrosanta: el ultra moderno y surrealista Sketch, si estás dispuesto a gastar las 39 libras que cuesta y desde luego vale (9 Counduit Street, Mayfair), y el salón de té de la Saatchi Gallery, Gallery Mess Café, que por la mitad de precio ofrece un experiencia exquisita en un entorno moderno con el gustazo de poder disfrutar de obras de arte colgadas de sus paredes y de un jardín muy apetecible en verano (The Duke of York’s Square, King’s Road, Chelsea).
La tienda gourmet/café con clases de cocina en vivo Recipease, otra nueva apuesta del genial Jamie Oliver, y un placer para la vista, el olfato y el gusto. 92-94. Notting Hill Gate (Notting Hill).
Para una comida rápida elijo sin duda la cadena de restaurantes japoneses y "noodle bar" Wagamama, en el que siempre pido el "super spicy chilli chicken ramen" y un zumo recién hecho de frutas y verduras. Para mí es una cita sentimental obligada, ya que mi madre me llevó por primera vez allá por 1992 y me fascinaron las primeras mesas comunales que veía en mi vida, la enorme cocina abierta con toda su despliegue de actividad a la vista, y sus enormes cuencos de "noodles" que entonces me parecían el summum de lo exótico. Varias direcciones.
Restaurante indio Tayyab’s. Restaurante familiar abierto en los años setenta, su especialidad es la cocina india de la región del Punyab, y sus curries, tikkas y tandooris son sencillamente irresistibles, a un precio inbatible. Es imprescindible reservar. 83-89 Fieldgate Street (Whitechapel).
Para una cena divertida, sin duda la izakaya o taberna japonesa Kurobuta, donde se toma la cerveza Kiren con un copete de espuma helada que hacen con una máquina como la de hacer granizados, y unos cócteles deliciosos hechos por un "barista", como dicen allí, encantador, como el resto del personal. Pequeño, estrecho, ruidoso y abarrotado, la comida es diferente, creativa e innovadora. Y sí, éste es de los caros, pero también de los que hacen que el viaje merezca realmente la pena. Imprescindible hacer reserva con al menos una semana de antelación. Hay dos direcciones pero el que yo conozco está en 251 King’s Road (Chelsea).
Para tomar un trozo de tarta, un pastelito o un tentempié salado en cualquier momento del día, Balthazar es el sitio adecuado. Un oasis de paz en un espacio mínimo abarrotado de deliciosas tentaciones caseras, dulces y saladas, entre las que te será difícil elegir. Personalmente, para recuperar fuerzas y entrar en calor, te recomiendo el bizcocho de jengibre y lima acompañado de un té muy caliente. 4-6 Russell Street (Covent Garden). Otra buena sugerencia para hacer una paradita en la dura jornada del turista y relajarse ante un generoso trozo de tarta y un café es Kahaila. 135 Brick Lane (Whitechapel).
Para darse un capricho (o varios), no te pierdas los chocolates artesanales de Dark Sugars, en formas, sabores y colores completamente inesperados. 141 Brick Lane (Whitechapel).
Toda una institución tanto del barrio como de la ciudad desde los años setenta, Beigel Bake, abierto las 24 horas todos los días de la semana, ofrece auténticos "bagels" y otras delicias judías; los mejores para mí son los clásicos rellenos de salmón y queso, y los de carne asada y mostaza. 159 Brick Lane (Whitechapel).
Tienda de utensilios de cocina Divertimenti. El bazar de los cacharros de cocina. Presumen de tener cerca de 4.500 utensilios tanto para cocina y mesa, así como una reconocida escuela de cocina. Varias direcciones, entre ellas 227-229 Brompton Road (Knightsbridge).
Y por último, todos los libros de cocina del mundo mundial en un espacio dedicado sólo a este tema, la librería Books for Cooks, en el número 4 de Blenheim Crescent (Notting Hill).
Como podéis comprobar no paré en los cuatro días de viaje, y me dio tiempo a hacer de todo. Lo único que se me quedó en el tintero fue una visita a uno de los gastropubs que han proliferado por la ciudad, es decir, los viejos y clásicos pubs ingleses reconvertidos en modernos templos gourmet que sin duda han dado un giro radical a la gastronomía inglesa. Pero bueno, así tengo una excusa para volver en breve.
De izquierda a derecha: L'eto, Nopi, Beigel Bake, Kurobuta, Sketch, Tayyab's, Wagamama, Androuet, y Books for Cooks.
Y así de bonita y mágica estaba la ciudad, preparada y lista para las próximas fiestas.
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