El rollo de canela en un bollito glaseado con forma de espiral que procede de Suecia, extendido a gran parte del norte de Europa, y cómo no, una de las grandes especialidades de la repostería de Estados Unidos, gracias a la emigración. A mí me encanta su sabor dulce con ese toque picante de la canela, y qué decir del aroma que perfuma toda la casa…, me hace pensar en Navidad. Esta receta es para 24 mini rollos.
Te recomiendo comerlos recién hechos o calentarlos antes. Se pueden congelar, y calentar en el microondas en cuestión de segundos. Ya te aviso de que son adictivos, te garantizo que no podrás comer solo uno.
Mini rollos de canela
Para la masa:
400 gramos de harina de fuerza
20 gramos de levadura fresca de panadería
50 mililitros de agua
100 mililitros de leche entera
50 gramos de mantequilla
1 huevo
30 gramos de azúcar
1/2 cucharadita de aroma de vainilla
Para el relleno:
100 gramos de mantequilla, ablandada
60 gramos de azúcar
1 y 1/2 cucharadas de canela en polvo
Para el glaseado:
2 cucharadas de mantequilla, ablandada
60 gramos de queso crema, ablandado
1 cucharadita de esencia de vainilla
350 gramos de azúcar glass
Leche entera
En un bol mezcla los ingredientes para la masa y amasa enérgicamente durante 10 minutos, formando una bola. Deja reposar la bola de masa en un bol engrasado y tapado con film de plástico hasta que doble su volumen, 1 hora y media. Con un rodillo estira la masa sobre una superficie enharinada, formando un rectángulo. Con un pincel de cocina extiende la mantequilla ablandada y espolvorea el rectángulo con la canela en polvo y el azúcar. Enrolla la plancha de masa bien apretada por el lado largo, corta con un cuchillo muy afilado los bordes, y corta el rollo en 24 partes iguales. Pon cada pieza en cada hueco del molde previamente engrasado. Con el horno previamente caliente a 180 grados, hornea los rollitos durante unos 8-10 minutos, hasta que estén bien dorados. Mientras se hornean, prepara el glaseado. Bate la mantequilla y el queso crema. Incorpora la vainilla. Gradualmente añade el azúcar glass y mezcla todo hasta combinar. Añade la leche cucharada a cucharada hasta que el glaseado alcance la consistencia deseada. Cuando los rollitos estén horneados, vierte un hilo de glaseado sobre ellos y sirve templados.
La receta original, que es ésta, puede resultar algo laboriosa pero no difícil, más que nada porque la masa requiere reposo, pero os animo a prepararla ya que el resultado es excelente y merece la pena. Quedan esponjosos, y muy jugosos.
Te recomiendo comerlos recién hechos o calentarlos antes. Se pueden congelar, y calentar en el microondas en cuestión de segundos. Ya te aviso de que son adictivos, te garantizo que no podrás comer solo uno.
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