No me gusta el café. Es raro, lo sé, pero no me gusta el sabor, ni el olor, ni el color. Pero en mi casa gusta el tiramisù y como por principio no cocino nada que no me guste comer, he versionado este clásico postre de cuchara con chocolate y la fruta más primaveral y de temporada de este momento, las fresas, resultando así una de mis combinaciones favoritas.
Es un postre muy fácil y rápido de hacer, con un resultado espectacular, ideal para celebrar como se merece la llegada de la ansiada primavera. ¡Que lo disfrutéis!
Tiramisù de fresas y chocolate
250 gramos de queso Mascarpone
1 cucharadita de extracto de vainilla
12-16 bizcochos de soletilla
3 huevos
3 cucharadas soperas de azúcar glass
Amaretto o ron (25 mililitros para la crema y más para mojar los bizcochos)
1 kilogramo de fresas
100 gramos de mermelada de fresa
Un pellizco de sal
Cacao en polvo
200 mililitros de nata espesa
180 gramos de chocolate, en trozos
Lava y corta en trocitos 280 gramos del total del kilo de fresas, y espolvorea con 2 cucharadas de azúcar. Reserva.
Lava y corta el resto de las fresas en láminas. Reserva.
Haz la ganaché de chocolate calentando la nata en una cacerola pequeña. En cuanto hierva retira del fuego y vierte sobre los trozos de chocolate en un bol, removiendo hasta obtener una crema lisa y suave. Reserva.
Empieza a preparar la crema zabaglione, separando las yemas de las claras. Con unas varillas, mezcla las yemas de huevo con el azúcar, añade el Mascarpone, el licor y la vainilla. Continua mezclándolo todo durante unos minutos hasta obtener una mezcla cremosa y consistente. Bate las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Añádelas con cuidado a la mezcla. Incorpora las fresas a la mezcla con delicadeza. Reserva.
Moja sin llegar a empapar los bizcochos de soletilla con el licor y pon una capa en el fondo de un molde transparente.
Cubre los lados del recipiente transparente con láminas de fresa y cubre los bizcochos con una capa de ganaché de chocolate, y después con otra capa de láminas de fresa, y ésta última con una capa fina de mermelada de fresa.Vierte una capa de la crema zabaglione y repite las capas. La última capa debe ser de crema para decorar después.Deja reposar en la nevera, preferiblemente entre 12 y 24 horas, tapado con papel film. Cuando vayas a servir, espolvorea la capa de crema con cacao en polvo, y decora con láminas de fresa pintadas de mermelada templada, para darles brillo.
Importante: si no lo vas a hacer en un molde transparente, forra el recipiente con un papel de horno para luego sacar el postre fácilmente del molde en una pieza, tan sólo tirando del papel.
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