21.3.14

Tiramisù de fresas y chocolate

No me gusta el café. Es raro, lo sé, pero no me gusta el sabor, ni el olor, ni el color. Pero en mi casa gusta el tiramisù y como por principio no cocino nada que no me guste comer, he versionado este clásico postre de cuchara con chocolate y la fruta más primaveral y de temporada de este momento, las fresas, resultando así una de mis combinaciones favoritas.


Tiramisù de fresas y chocolate

250 gramos de queso Mascarpone
1 cucharadita de extracto de vainilla
12-16 bizcochos de soletilla
3 huevos
3 cucharadas soperas de azúcar glass
Amaretto o ron (25 mililitros para la crema y más para mojar los bizcochos)
1 kilogramo de fresas
100 gramos de mermelada de fresa
Un pellizco de sal
Cacao en polvo
200 mililitros de nata espesa
180 gramos de chocolate, en trozos

Lava y corta en trocitos 280 gramos del total del kilo de fresas, y espolvorea con 2 cucharadas de azúcar. Reserva. Lava y corta el resto de las fresas en láminas. Reserva. Haz la ganaché de chocolate calentando la nata en una cacerola pequeña. En cuanto hierva retira del fuego y vierte sobre los trozos de chocolate en un bol, removiendo hasta obtener una crema lisa y suave. Reserva. Empieza a preparar la crema zabaglione, separando las yemas de las claras. Con unas varillas, mezcla las yemas de huevo con el azúcar, añade el Mascarpone, el licor y la vainilla. Continua mezclándolo todo durante unos minutos hasta obtener una mezcla cremosa y consistente. Bate las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Añádelas con cuidado a la mezcla. Incorpora las fresas a la mezcla con delicadeza. Reserva. Moja sin llegar a empapar los bizcochos de soletilla con el licor y pon una capa en el fondo de un molde transparente. Cubre los lados del recipiente transparente con láminas de fresa y cubre los bizcochos con una capa de ganaché de chocolate, y después con otra capa de láminas de fresa, y ésta última con una capa fina de mermelada de fresa.Vierte una capa de la crema zabaglione y repite las capas. La última capa debe ser de crema para decorar después.Deja reposar en la nevera, preferiblemente entre 12 y 24 horas, tapado con papel film. Cuando vayas a servir, espolvorea la capa de crema con cacao en polvo, y decora con láminas de fresa pintadas de mermelada templada, para darles brillo. Importante: si no lo vas a hacer en un molde transparente, forra el recipiente con un papel de horno para luego sacar el postre fácilmente del molde en una pieza, tan sólo tirando del papel.

Cuando he investigado sobre el tiramisù para llegar a esta versión primaveral, he descubierto dos cosas. La primera es que con el tiramisù en Italia pasa como con la paella en España, en cada casa hay una versión a partir de los mismos ingredientes de base. La segunda es que hay muchísimas historias sobre su origen, pero con independencia de cuál escojamos, lo cierto es que la palabra tiramisù viene a decir "que levanta el ánimo", y eso, desde luego, es indiscutible, porque la ligereza del postre en combinación en este caso con el amaretto, el chocolate y las fresas realmente anima a cualquiera.


Es un postre muy fácil y rápido de hacer, con un resultado espectacular, ideal para celebrar como se merece la llegada de la ansiada primavera. ¡Que lo disfrutéis!

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