El chocolate y las cerezas forman una pareja perfecta, y aprovechando que estamos en plena temporada de una de mis frutas preferidas, se me ocurrió hacer este postre tan retro y decadente para celebrar que mañana empieza oficialmente el verano.
Mientras lo hacía se me hacía la boca agua, y en cuanto hice la última foto me lancé al plato, antes de que se derritiera el helado. Sencillamente irresistible, perfecto para celebrar que el verano ya está aquí. Pero después de esta bomba, puedo prometer y prometo que publicaré una tanda de recetas super sanas para compensar. ¡Buen verano!
Brownie de chocolate con cerezas
200 gramos de chocolate oscuro, en trozos
75 gramos de mantequilla, en dados
30 gramos de cacao en polvo
2 huevos tamaño M
170 gramos de azúcar
1/2 cucharada de extracto de vainilla
1/2 cucharadita de sal Maldon
200 gramos de harina
250 gramos de cerezas, deshuesadas y cortadas por la mitad
120 mililitros de nata espesa para montar
Para la salsa de cerezas, un puñado de cerezas, deshuesadas
Dos trocitos de piel de limón y el zumo de 1/2 limón
Algo menos de azúcar que el peso del puñado de cerezas deshuesadas
Precalienta el horno a 180 grados. Forra un molde rectangular con papel de plata y engrasa el papel. Derrite 100 gramos de chocolate y toda la mantequilla en el microondas, moviendo de vez en cuando. Una vez esté listo, incorpora el cacao en polvo, mezcla y reserva. En un bol aparte bate los huevos con el azúcar, la vainilla y la mitad de la sal; vierte esta mezcla en el chocolate y combina hasta obtener una crema suave y lisa. Gradualmente añade la harina, mezclando con una espátula de silicona o una cuchara de madera, pero sólo hasta combinar. Incorpora con cuidado las cerezas. Vierte la masa en el molde y alisa la superficie con ayuda de una espátula. Hornea durante 30-35 minutos, hasta que al pinchar el centro con un palillo éste salga limpio y seco. Saca el molde del horno y transfiérelo a una rejilla, dejándolo enfriar a temperatura ambiente durante 2 horas. Una vez enfriado, saca el brownie tirando del papel de plata de debajo y pásalo a una tabla de cortar. Para hacer la ganaché, pon el chocolate restante en un bol. Calienta la nata en una cacerola a fuego medio y deja hervir sólo hasta que comience a burbujear. Vierte la nata caliente sobre el chocolate y deja reposar 5 minutos, entonces mueve con una espátula hasta que esté suave. Vierte sobre los brownies enfriados, y alisa la superficie. Antes de que se enfríe la ganaché, espolvorea con la sal restante. Deja reposar de 15 a 20 minutos hasta que la ganaché se asiente. Puedes acelerar el proceso de reposo en la nevera. Para hacer la salsa de cerezas, pon las cerezas, la piel y el zumo de limón en una cacerola mediana a fuego medio. Lleva a ebullición y añade el azúcar, baja el fuego y cuece durante 15 minutos, moviendo de vez en cuando, hasta que la mezcla adquiera la consistencia de sirope o salsa. Retira del fuego y deja enfriar antes de usarlo.
La combinación del chocolate oscuro con el dulzor de las cerezas por sí sola ya hubiese sido más que aceptable, pero quise rizar el rizo cubriendo el brownie con una capa de ganaché de chocolate, y acompañándolo de helado de vainilla, coronado con salsa de cerezas. Para compensar tanta dulzura, el contrapunto lo ponen las escamas de sal que espolvoreé sobre la ganaché de chocolate, y que consiguen sacar todos esos maravillosos sabores tanto individuales como de conjunto del chocolate y las cerezas.
Mientras lo hacía se me hacía la boca agua, y en cuanto hice la última foto me lancé al plato, antes de que se derritiera el helado. Sencillamente irresistible, perfecto para celebrar que el verano ya está aquí. Pero después de esta bomba, puedo prometer y prometo que publicaré una tanda de recetas super sanas para compensar. ¡Buen verano!
No hay comentarios:
Publicar un comentario