4.7.14

Sandwiches de galletas con chocolate y helado de vainilla casero

Cualquier cosa que pueda decir al respecto sería simplemente una obviedad. Porque no hay momento malo para tomarse un helado, y más si va acompañado de unas deliciosas galletas caseras. Cualquier galleta y cualquier sabor de helado sería perfecto, pero yo me he decidido por sabores clásicos como la vainilla y el chocolate, combinación imbatible entre mayores y pequeños. Porque a todos nos gusta sentirnos como niños de vez en cuando...



Sandwiches de galletas con chocolate y helado de vainilla casero

Para las galletas:

210 gramos de harina
3/4 de cucharadita de bicarbonato
3/4 de cucharadita de levadura en polvo
1 cucharadita de sal gorda
140 gramos de mantequilla, a temperatura ambiente
120 gramos de azúcar morena
110 gramos de azúcar
2 huevos tamaño L
3/4 de cucharadita de extracto de vainilla
110 gramos de gotas de chocolate con leche
110 gramos de chocolate amargo, en trozos

Para 1 litro de helado (sin heladera):

250 mililitros de leche
250 mililitros de nata fría
1 vaina de vainilla
150 gramos de azúcar
30 gramos de Maicena
3 yemas de huevo tamaño L
250 mililitros de nata

Para hacer las galletas: en un bol mediano mezcla la harina, el bicarbonato, la levadura y la sal. En un bol grande mezcla la mantequilla con los azúcares hasta que quede una crema esponjosa. Bate en esta mezcla los huevos, uno a uno. Agrega la vainilla. Incorpora la mezcla de harina sólo hasta combinar, entonces añade las gotas y los trozos de chocolate. En una bandeja forrada de papel de horno y con ayuda de una cuchara, dispón en ella 12 bolitas de masa con la suficiente separación entre ellas porque aumentarán de tamaño, y refrigera en la nevera durante 1 hora. Pasado este tiempo, precalienta el horno a 180 grados. Hornea durante unos 18 minutos, hasta que los bordes esté dorados. Pasa las galletas a una rejilla y deja enfriar.
Para hacer el helado: en un cazo cuece la mitad de la leche junto con la nata, el azúcar y vainilla. En un bol pon la otra mitad de la leche, disuelve en ella la Maizena y bate en esta mezcla las yemas de huevo. Una vez que hierva la mezcla que está en el fuego, retírala, saca la vaina de vainilla y añade lentamente al bol. Pon esta mezcla de nuevo al fuego, removiendo sin parar hasta que veas que se espesa. Retira del fuego y deja enfriar, tapando la crema resultante con papel film para que no se endurezca. Una vez fría esta crema, con ayuda de una batidora monta la nata e incorpora con cuidado a la crema, vierte en un contenedor apropiado e introduce en el congelador. A los 30 minutos saca el recipiente, revuelve la mezcla y devuelve al congelador. Esta operación se debe repetir cada 30 minutos hasta que el helado esté congelado y no sea posible revolver, aproximadamente durante 2 o 3 horas. Una vez listo, saca el helado del congelador entre 10 y 15 minutos antes de manipularlo.


Esta delicia no puede ser más sencilla de hacer en casa, tengas o no heladera. Cuando hice estos sandwiches yo no la tenía, y debo decir que aunque el resultado es bueno, es un tostón tener que estar batiendo cada media hora el helado, por lo que si tienes ocasión (y sobre todo espacio en la cocina) te recomiendo que te hagas con una heladera baratita, que te facilitará muchísimo la labor. Si te da pereza puede ser todo comprado, pero te advierto que, como con casi todo, no hay color con lo hecho en casa.

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