Siempre tuve la idea de que el risotto debía ser un plato complicadísimo de hacer, más que nada, porque salvo uno que comí en Milán hace mil años y que seguramente he idealizado en mi memoria, todos los que he comido hasta ahora eran más bien malos. Por eso cuando el otro día me decidí a probar a hacer un risotto en casa, era bastante escéptica con el resultado. Pero, ¡oh, sorpresa!, es uno de los platos más sencillos y rápidos de hacer del mundo. Esta receta es para 6 personas.
Me encanta esta mezcla de sabores tan otoñales de calabaza y setas, pero este es un plato que admite mil y una combinaciones tanto de verduras, hortalizas, pescados, o mariscos, y distintas variedades de quesos.
Risotto de calabaza y boletus
250 gramos de arroz arborio o arroz bomba
1 cebolla, picada
1 diente de ajo, picado
400 gramos de calabaza, cortada en dados pequeños
2 ó 3 boletus, cortados en dados pequeños
1/2 vaso de vino blanco
Hebras de azafrán
1,5 litros de caldo de verduras casero, hecho con 1 cebolla, 2 zanahorias, 1 puerro, 1 nabo y 1 ramita de apio
50 gramos de mantequilla
80 gramos de queso parmesano rallado
Empieza calentando el caldo en un cacito, y manténlo caliente durante toda la preparación de la receta. En una cacerola grande pon un poco de aceite de oliva y pocha el ajo y después la cebolla hasta que esté transparente, entonces añade los dados de calabaza y de setas, y rehoga todo durante 5 minutos. Añade el arroz, el vino y las hebras de azafrán, y da un par de vueltas hasta que se evapore el vino. Comienza a añadir un poco de caldo caliente poco a poco y sin parar de remover; continúa añadiendo caldo poco a poco cuando veas que ya no va quedando casi líquido, hasta completar los 20-25 minutos que tarda la cocción del arroz. Cuando vaya a terminar la cocción prueba para comprobar el punto del arroz y rectificar de sal. Una vez listo, retira del fuego y añade la mantequilla y el queso parmesano rallado, da un par de vueltas hasta que la mantequilla y el queso se fundan y todo quede perfectamente incorporado. Sirve inmediatamente.
Dos cosas fundamentales para que este risotto salga de rechupete: primero, que el caldo de verduras sea casero y que cuando lo usemos esté caliente; y la segunda, que el arroz sea de buena calidad y lo comamos en su punto adecuado.
Me encanta esta mezcla de sabores tan otoñales de calabaza y setas, pero este es un plato que admite mil y una combinaciones tanto de verduras, hortalizas, pescados, o mariscos, y distintas variedades de quesos.
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