Nada tan reconfortante en un día frío como el de hoy como una buena sopa casera. A pesar de lo que pueda parecer, esta sopa de pescado y marisco es muy fácil de hacer y siempre sale bien. Lo único que hay que tener en cuenta es que los ingredientes deben ser de buena calidad, y debemos de partir de un fumet casero que podemos tener previamente hecho y congelado, o hacer directamente en el momento. Esta receta es para 4 personas.
Hay quien le incorpora un poco de arroz, unos fideos cabellines, o unos picatostes de pan, pero a mí sinceramente, es así como más me gusta. Resulta exquisita acompañada por una rebanadas de pan rústico tostado.
Sopa de pescado y marisco
Para el fumet: espinas y cabeza de pescado, cabezas de gambas, 1 zanahoria, 1 puerro, 1 hoja de laurel, granos de pimienta.
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla, picada
2 ajos, picados
1 tomate maduro, pelado y picado
250 gramos de rape, en trozos, limpios de espinas y piel
Un puñado generoso de gambas, peladas y limpias
Un puñado generoso de anillas de calamar
16 mejillones
En primer lugar prepara el fumet o caldo de pescado, introduciendo todos los ingredientes en una olla grande con agua fría, a fuego máximo. Mientras se va calentando, ve espumando el caldo con ayuda de una espumadera. Cuando empiece a hervir añade un poco de agua fría y calcula media hora desde el momento en que vuelve a hervir de nuevo. Pasado ese tiempo, cuela y reserva. En una cacerola grande calienta el aceite y rehoga la cebolla hasta que esté transparente. Entonces rehoga el ajo durante unos minutos. A continuación añade y sofríe el tomate. Incorpora las anillas de calamar y deja que se hagan durante unos minutos; a continuación los trozos de pescado vuelta y vuelta, y por último incorpora las gambas peladas dejando que se hagan mínimamente. Añade el sofrito a la cacerola del caldo, y llévalo a ebullición. Entonces incorpora los mejillones y espera unos minutos a que se abran. Tapa y cuece a fuego lento durante 5 minutos. Retira los mejillones que no se hayan abierto. Salpimienta al gusto y sirve muy caliente.
Esta es una sopa que tradicionalmente se ha comido en muchas casas españolas en Navidad, pero esta versión, algo más sencilla, es perfecta para cualquier día de frío, siendo un primer plato muy sabroso. Por supuesto, esta sopa se puede enriquecer cambiando o añadiendo pescados y mariscos.
Hay quien le incorpora un poco de arroz, unos fideos cabellines, o unos picatostes de pan, pero a mí sinceramente, es así como más me gusta. Resulta exquisita acompañada por una rebanadas de pan rústico tostado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario