Vamos a ir abriendo boca con estas delicias tan típicas de las fechas festivas. Perfectas como dulce navideño por sí solas, como fruslería para tomar con el café, como acompañamiento de helados o postres, o como decoración de tartas y bizcochos, y en estas fechas, para decorar el roscón. Si te sobra almíbar de naranja, puedes guardarlo para calar una tarta o pintar un bizcocho. Esta receta es para 12 rodajas de naranja.
Atrévete a probar con otros cítricos menos convencionales como limones, limas, pomelos, naranjas sanguinas, o kumquats.
Naranjas confitadas con chocolate
2 naranjas de mesa
Agua para la primera cocción
1 litro de agua
300 gramos de azúcar
200 gramos de chocolate al 70%
1 chorro de nata
Lava y seca bien las naranja. Dejando la piel, corta las naranjas en rodajas de 1 centímetro aproximadamente y reserva. En una cacerola grande pon agua suficiente para cubrir las rodajas y lleva a ebullición a fuego medio-alto. Una vez rompa a hervir introduce las rodajas y déjalas cocer una hora, sin tocar demasiado para que no se rompan. La prueba para saber que están listas es que la piel se haya ablandado. Entonces retira la cacerola del fuego y deja reposar unos 10 minutos antes de sacarlas y escurrirlas. Llena la cacerola con el litro de agua y el azúcar, y calienta a fuego medio-alto, comprobando que el azúcar se disuelve por completo. Una vez que el almíbar rompe a hervir, incorpora con cuidado las rodajas cocidas y deja así hasta que el almíbar se empiece a espesar. Cuando el almíbar alcance el punto de hebra (para esto se coge un poco de almíbar entre los dedos previamente mojados en agua fría y se comprueba que al separar los dedos se forman finos hilos de caramelo), retira la cacerola del fuego y saca las rodajas escurriéndolas y dejándolas secar sobre una bandeja forrada con papel de horno y se enfríen. Cuando están completamente secas, prepara el chocolate fundiéndolo con la nata en una cacerola. Entonces moja las rodajas en el chocolate hasta la mitad, deja que escurra el chocolate sobrante, y coloca sobre una bandeja forrada con papel de horno. Una vez que hayas bañado todas, déjalas secar durante unos minutos a temperatura ambiente y después introduce la bandeja en la nevera para que el chocolate termine de endurecerse.
Poco más se puede decir sobre la clásica combinación de naranja y chocolate, más que es una delicia que gusta a todos. Si en vez de naranjas quieres hacer bastoncillos, corta las rodajas de naranja, parte por la mitad y elimina completamente la pulpa de la naranja, antes de mojar en el chocolate.
Atrévete a probar con otros cítricos menos convencionales como limones, limas, pomelos, naranjas sanguinas, o kumquats.
Es un bocado excelente. Me encantan para acompañarlas con el café.
ResponderEliminarun saludo