El tronco de Navidad o bûche de Noël es el postre clásico por excelencia de estas fiestas en Europa, y es originario de Francia. Cuenta la tradición que en las casas se elegía un tronco grande, se decoraba en familia, y se dejaba que ardiera durante el día de Navidad. Alguien tuvo la idea de trasladarlo al mundo de la repostería que dio como resultado este postre espectacular. Para entender su elaboración, se trata de un brazo de gitano relleno de diferentes ingredientes, cubierto de chocolate, y finalmente decorado a nuestro gusto.
Aunque es entretenido de hacer, es mucho más sencillo de lo que parece y como véis el resultado no puede ser mas espectacular. No os asustéis por lo largo de la explicación; realmente sólo hay que seguir unos sencillos pasos, y planificarse con un poco de tiempo… et voilá.
Tronco de Navidad
Para el relleno:
400 mililitros de nata para cocinar, 80 gramos de azúcar glass, 2 cucharadas de queso mascarpone, 1 cucharada de extracto de vainilla, mermelada de fresa.
Para el bizcocho de chocolate:
5 cucharadas de mantequilla, 75 gramos de harina, 40 gramos de cacao en polvo y algo más para espolvorear, un pellizco de bicarbonato de soda, 6 huevos grandes, 150 gramos de azúcar, 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
Para la cobertura de ganaché:
250 g de chocolate de repostería, 250 ml de nata líquida.
Para las decoraciones:
Decoraciones ya compradas o hechas a mano de fondant o mazapán.
Preparación del relleno: monta la nata con el azúcar glass, el extracto de vainilla y el queso. Cubre y guarda en la nevera.
Preparación del bizcocho: mezcla la harina, el cacao y el bicarbonato en un bol y reserva. Derrite la mantequilla y reserva. En un bol mediano bate enérgicamente los huevos y el azúcar durante unos minutos y añade la vainilla, y bate un par de minutos más. En tres veces añade los ingredientes secos a la mezcla de huevo y con movimientos suaves y envolventes, mezcla ambas. Finalmente añade la mantequilla a la mezcla e incorpora. Engrasa una bandeja de horno rectangular, forra con papel de horno, engrasa el papel de horno y vierte y extiende la masa de forma igualada en la bandeja, quitando posibles burbujas. Hornea a 190 grados el bizcocho durante 15 minutos. No hornees de más o se partirá al enrollarlo. Deja enfriar sólo un poco en su bandeja sobre una rejilla, lo suficiente para trabajar sin quemarte, pero aún caliente para evitar que se parta al enrollar. Prepara una superficie de trabajo con un paño húmedo espolvoreado con una generosa cantidad de cacao en polvo. Vuelca la tarta sobre la superficie, y despega el papel con cuidado; espolvorea también este lado con cacao. Corta los lados del bizcocho si se han endurecido con el horneado. Empezando por uno de los lados largos, comienza a enrollar el bizcocho en el trapo ; el paño debe quedar enrollado dentro de la tarta. Deja enfriar del todo sobre una rejilla, por lo menos 30 minutos.
Preparación de la cobertura de ganaché: hierve la nata, trocea en un bol el chocolate, y vierte la nata caliente sobre los trozos, removiendo hasta que se forme una crema lisa y brillante. Deja enfriar y refrigera un rato para que adquiera consistencia.
Montaje: con cuidado desenrolla la tarta del paño. Abre la tarta del todo. Extiende primero la mermelada de fresa y encima de ella el relleno, dejando libres unos 5 cm. de los lados largos. Vuelve a enrollar la tarta con mucho cuidado, envuelve en papel film, y refrigera durante una hora hasta que esté firme. Pon la tarta, con la “costura” hacia abajo en la fuente de presentación, poniendo papel de plata debajo para mantenerlo limpio mientras la decoras. Corta dos trozos pequeños de los extremos del tronco en sentido diagonal que usaremos para hacer las ramas, y reserva. Cubre el tronco con la ganaché. Pega las dos ramas en diagonal con una cucharada de ganaché. Cubre el resto de la tarta y con una espátula o tenedor, haz las líneas. Dispón las decoraciones. Refrigera la tarta tapada pero sin tocar, hasta que esté todo firme y la vayas a servir.
Preparación del bizcocho: mezcla la harina, el cacao y el bicarbonato en un bol y reserva. Derrite la mantequilla y reserva. En un bol mediano bate enérgicamente los huevos y el azúcar durante unos minutos y añade la vainilla, y bate un par de minutos más. En tres veces añade los ingredientes secos a la mezcla de huevo y con movimientos suaves y envolventes, mezcla ambas. Finalmente añade la mantequilla a la mezcla e incorpora. Engrasa una bandeja de horno rectangular, forra con papel de horno, engrasa el papel de horno y vierte y extiende la masa de forma igualada en la bandeja, quitando posibles burbujas. Hornea a 190 grados el bizcocho durante 15 minutos. No hornees de más o se partirá al enrollarlo. Deja enfriar sólo un poco en su bandeja sobre una rejilla, lo suficiente para trabajar sin quemarte, pero aún caliente para evitar que se parta al enrollar. Prepara una superficie de trabajo con un paño húmedo espolvoreado con una generosa cantidad de cacao en polvo. Vuelca la tarta sobre la superficie, y despega el papel con cuidado; espolvorea también este lado con cacao. Corta los lados del bizcocho si se han endurecido con el horneado. Empezando por uno de los lados largos, comienza a enrollar el bizcocho en el trapo ; el paño debe quedar enrollado dentro de la tarta. Deja enfriar del todo sobre una rejilla, por lo menos 30 minutos.
Preparación de la cobertura de ganaché: hierve la nata, trocea en un bol el chocolate, y vierte la nata caliente sobre los trozos, removiendo hasta que se forme una crema lisa y brillante. Deja enfriar y refrigera un rato para que adquiera consistencia.
Montaje: con cuidado desenrolla la tarta del paño. Abre la tarta del todo. Extiende primero la mermelada de fresa y encima de ella el relleno, dejando libres unos 5 cm. de los lados largos. Vuelve a enrollar la tarta con mucho cuidado, envuelve en papel film, y refrigera durante una hora hasta que esté firme. Pon la tarta, con la “costura” hacia abajo en la fuente de presentación, poniendo papel de plata debajo para mantenerlo limpio mientras la decoras. Corta dos trozos pequeños de los extremos del tronco en sentido diagonal que usaremos para hacer las ramas, y reserva. Cubre el tronco con la ganaché. Pega las dos ramas en diagonal con una cucharada de ganaché. Cubre el resto de la tarta y con una espátula o tenedor, haz las líneas. Dispón las decoraciones. Refrigera la tarta tapada pero sin tocar, hasta que esté todo firme y la vayas a servir.
Este tronco lo hice hace 2 años y como iba a haber muchos niños, quise rellenar el tronco de vainilla y fresa para hacer algo así como un “Tigretón” gigante, que sabía que les iba a encantar. En cuanto a las decoraciones, algunas las compré ya hechas como las rocas de chocolate, las piedras de caramelo y los champiñones pequeños de merengue, y otras las hice yo misma, como las setas de sombrerillo rojo, las setas medianas, las piñas de mazapán y almendras, el azúcar teñido de verde a modo de hierba, y las bellotas de fondant. Los animalitos del bosque (conejos, erizos, ardillas) los compré en los puestos navideños de la Plaza Mayor de Madrid.
Aunque es entretenido de hacer, es mucho más sencillo de lo que parece y como véis el resultado no puede ser mas espectacular. No os asustéis por lo largo de la explicación; realmente sólo hay que seguir unos sencillos pasos, y planificarse con un poco de tiempo… et voilá.
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