La zamburiña es un marisco que, aunque emparentada con la vieira, laostra y la almeja, a mí me parece que está quizá algo infravalorada, pero lo cierto es que es muy versátil en la cocina y en estas fechas suelen tener bastante protagonismo en la mesa. Lo normal es cocinarlas poco o nada (ceviches, carpaccios), para que su carne resulte tierna, pero sobre todo se hacen a la plancha, dorándolas ligeramente por fuera y procurando que el interior permanezca translúcido.
La clave de esta receta está en comprar las mayores y más frescas zamburiñas que podáis encontrar; en mí caso solo encontré estas pequeñas y el plato quedó un tanto deslucido… Como comprobaréis, el resultado es un plato con sabor a mar y un perfecto equilibrio entre toques ácidos, salados y dulces.
Zamburiñas con salsa Ponzu
12 zamburiñas grandes
2 cucharadas de aceite de oliva
6 cucharadas de salsa Ponzu
1 cucharadita de jengibre en polvo
2 cucharaditas de cebollino fresco, picado
Lava las zamburiñas, quítales y desecha el coral, y sécalas cuidadosamente con papel de cocina; reserva. Calienta el aceite en una sartén a fuego medio-alto, y soasa las vieiras hasta que se doren, unos 2 o 3 minutos por cada lado. Retira las zamburiñas de la sartén. Añade la salsa ponzu a la sartén, remueve para que no se pegue y reduce el líquido hasta que se espese, entre 1 y 2 minutos. Devuelve las zamburiñas a la sartén. Añade el jengibre y da un par de vueltas a las zamburiñas en la salsa. Añade un poco de cebollino justo antes de retirar la sartén del fuego. Dispón las zamburiñas en el plato de presentación y corónalas con unas gotas de la salsa. Espolvorea con el cebollino picado restante y sirve inmediatamente.
La salsa Ponzu tiene una base cítrica de limón o de lima, y se utiliza comúnmente en la cocina japonesa, en platos de pescado o marisco, ya que ayuda a potenciar su sabor. Esta salsa es fácil de encontrar en cualquier super asiático.
La clave de esta receta está en comprar las mayores y más frescas zamburiñas que podáis encontrar; en mí caso solo encontré estas pequeñas y el plato quedó un tanto deslucido… Como comprobaréis, el resultado es un plato con sabor a mar y un perfecto equilibrio entre toques ácidos, salados y dulces.
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