No es que me apasione en absoluto la festividad de San Valentín, pero precisamente porque tengo a mi amor lejos y le echo de menos, hoy me voy a permitir ponerme un poco ñoña y compartir con vosotros una receta que es una delicia y que puede venir como anillo al dedo en una ocasión como esta. Dulce pero con un punto ácido, ligera, jugosa y crujiente, esta banda de frutos rojos es una auténtica belleza. La crema pastelera combina a la perfección con la fruta fresca, y el hojaldre termina de culminar el conjunto.
He elegido una variedad de frutos rojos porque parece más apropiado para esta celebración, pero por supuesto cualquier fruta fresca funciona igual de bien. Aquí os dejo la receta de las tartaletas de frutas que hice la pasada primavera por si os puede servir de inspiración.
Banda de hojaldre y frutas del bosque
Para la masa quebrada:
150 gramos de harina
Para la crema pastelera:
1/4 de litro de leche
Frambuesas, arándanos, grosellas y moras para decorar
Para la masa quebrada:
150 gramos de harina
75 gramos de mantequilla fría, en trozos
1 huevo
50 gramos de azúcar glass
Una pizca de sal
Para la crema pastelera:
1/4 de litro de leche
1/2 vaina de vainilla, sin semillas
60 gramos de azúcar
20 gramos de Maicena
2 yemas de huevo
Frambuesas, arándanos, grosellas y moras para decorar
Azúcar glass para decorar
Para hacer la masa quebrada en un bol grande mezcla con las manos la harina con los trocitos de mantequilla y cuando tenga una consistencia de masa de galleta, añádele el azúcar, el huevo y la sal, sin manipular demasiado. Forma una bola y deja en el propio bol, tapado con papel film, durante 1 hora en la nevera. Pasado ese tiempo, aplasta la bola y estira con un rodillo entre 2 pliegos de papel vegetal hasta conseguir una masa lisa y suave. Ayudándote con el rodillo enharinado, cubre un molde rectangular metálico previamente engrasado y con las manos acomoda la masa bien pegada a las paredes y al fondo del molde. Con un tenedor pincha la masa en el fondo, cubre con papel de horno y pon unas cuantas legumbres para que no se levante la masa. Hornea durante unos 10 minutos a 180 grados. Deja enfriar el molde sobre una rejilla, y cuando esté frío del todo, saca con mucho cuidado saca la tartaleta de masa quebrada y reserva. Para hacer la crema pastelera cuece la leche con la vaina de vainilla, lleva a ebullición y reserva. En un bol mezcla con varillas el azúcar, la maicena y las yemas de huevo hasta que estén ligados. Añade poco a poco la leche sin dejar de remover. Ponlo a cocer a fuego lento removiendo continuamente hasta que se forme una crema espesa. Retira del fuego, deja enfriar y cubre la crema con papel film pegado a la crema para que no se forme una película dura. Reserva. Para montar la tartaleta, rellena el molde de masa quebrada con la crema enfriada. Dispón armoniosamente las frutas. Deja las tartaleta en la nevera y sácala un poco antes de servir, para que la crema se atempere. Espolvorea con azúcar glass.
Facilísima de preparar y muy vistosa, reúne todos los requisitos para un fin de fiesta de altura.
He elegido una variedad de frutos rojos porque parece más apropiado para esta celebración, pero por supuesto cualquier fruta fresca funciona igual de bien. Aquí os dejo la receta de las tartaletas de frutas que hice la pasada primavera por si os puede servir de inspiración.
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