Otra receta de esas que no dejan a nadie indiferente porque a qué negarlo, el conejo o se ama o se odia, no hay medias tintas. Hay muchas formas de preparar el conejo, pero para mí ésta es la mejor, porque no tiene ninguna complicación, precisa de pocos ingredientes y rebosa sabor. Esta receta es para 4 personas.
Combina a la perfección con una buena ensalada, unas patatas fritas o un arroz blanco.
Conejo al ajillo al horno
1 conejo, troceado
8 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadas de vino blanco
1 cabeza de ajos
2 cucharadas de vinagre
Tomillo fresco
Sal y pimienta
Precalienta el horno a 180 grados. Salpimienta los trozos de conejo y disponlos en una fuente de horno engrasada con el aceite junto con los ajos sin pelar. Hornea durante 10 minutos aproximadamente, hasta que el conejo empiece a dorarse. Riega con el vino, incorpora el tomillo a la fuente e introducirlo de nuevo en el horno durante unos 30 o 40 minutos más, dándole la vuelta a la mitad del tiempo. Pasado el tiempo, saca la fuente del horno, pasa los trozos de conejo a una fuente de servir y reserva. Añade a la fuente de horno el vinagre y 2 cucharadas de agua para formar una salsa, riega el conejo y sirve inmediatamente.
Si no eres fan del conejo no tienes más que sustituir su carne por la de pollo y tendrás otra sabrosa y sanísima receta.
Combina a la perfección con una buena ensalada, unas patatas fritas o un arroz blanco.
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