Esta es una de esas recetas básicas y recurrentes en mi casa, cuando da pereza preparar un postre muy historiado. En esta ocasión lo he hecho con unos albaricoques en almíbar caseros que hice ya hace algunas semanas, pero funciona igual de bien con otras frutas como cerezas, melocotones, higos, etc., en forma de compota o en almíbar. Estas frutas contrastan a la perfección con el queso feta, que es el ingrediente sorpresa de esta receta y con el que se consigue un equilibrio perfecto entre dulce y salado. El toque crujiente lo aporta el crujiente de almendras, al que te aseguro encontrarás muchos usos acompañando a helados o para espolvorear sobre bizcochos o muffins. Esta receta es para 4-6 raciones.
La crema base se prepara en un santiamén y se conserva perfecta en la nevera durante 3 días. Conviene tomar este postre lo más frío posible.
Crema de queso con albaricoques y crujiente de almendras
100 gramos de queso feta
300 gramos de queso crema
40 gramos de azúcar
La piel rallada de 1/2 limón
130 mililitros de nata para montar
100 gramos de almendras, troceadas toscamente
50 gramos de mantequilla fría, en dados
75 gramos de harina
50 gramos de azúcar morena
Un pellizco de sal
Albaricoques en almíbar
Con una espátula rompe el queso feta para dejarlo lo más suave y liso posible. Añádele y bate el queso crema, el azúcar y la piel rallada de limón. Pon la nata en un bol separado y monta hasta formar picos suaves. Incorpora con cuidado la mitad de la nata montada a la mezcla de queso crema y feta, y después la otra mitad. Refrigera y reserva en la nevera entre 2 horas y toda la noche. Precalienta el horno a 180 grados. Pon las almendras, la harina y el azúcar en un bol grande, y con las manos incorpora la mantequilla en dados hasta alcanzar una consistencia de migas. Añade y mezcla el azúcar y la sal. Extiende esta mezcla sobre una bandeja de horno y hornea durante 12 minutos, hasta dorar, y reserva.
Para el montaje, pon una porción grande de crema de queso, cubre con crujiente de almendras, y finalmente corona con los albaricoques en almíbar.
La crema base se prepara en un santiamén y se conserva perfecta en la nevera durante 3 días. Conviene tomar este postre lo más frío posible.
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