20.3.15

Cheesecake bretón con salsa de toffee salado

Un perfecto maridaje franco-americano entre el sablé breton francés, el cheesecake americano y la imprescindible salsa de caramelo o toffee salado. Fundamental saber que el cheesecake hay que hacerlo la víspera ya que necesita bastante tiempo para que cuaje por completo, por lo que hay que controlar muy bien los tiempos de esta receta.


Cheesecake bretón con salsa de toffee salado

Para el cheesecake:
600 gramos de queso crema + 300 gramos de queso semicurado en crema
6 huevos
200 gramos de azúcar
1 cucharada de harina
1 cucharadita de extracto de vainilla

Para la base de sablé bretón:
Ver ingredientes aquí

Para la salsa de caramelo o toffee salado:
200 gramos de azúcar
85 gramos de mantequilla, cortada en dados
120 mililitros de nata líquida para montar
1 y ½ cucharadita de sal Maldon o fleur de sel

Para preparar el cheesecake: precalienta el horno a 160 grados. Con la ayuda de un tenedor, bate los quesos con el azúcar. Añade los huevos uno a uno y mezcla bien. Añade la harina y mezcla. Vierte la masa en el molde sobre el sablé bretón y alisa la superficie. Hornea durante 15 minutos y baja la temperatura a 120 grados y hornea 45 minutos más. Apaga el horno y deja el cheesecake en el interior hasta que se enfríe por completo. Refrigera durante 24 horas, desmolda y reserva. Para preparar el sablé bretón: sigue estas instrucciones, pero forrando con la masa el mismo molde que usaste para hornear la tarta de queso, y reserva. Para preparar la salsa de caramelo salado: calienta el azúcar en un cazo mediano hondo, a fuego medio removiendo constantemente con unas varillas de mango largo. Se formarán cristales en el azúcar, pero según se vaya fundiendo empezarán a disolverse hasta adquirir un tono dorado y una consistencia densa. Cuando el azúcar esté fundido por completo, deja de remover sin apartar del fuego hasta que adquiera un tono ámbar intenso y sin que llegue a quemarse, entre 1 y 2 minutos. Añade inmediatamente la mantequilla y remueve hasta que queden ambos perfectamente combinados. Retira del fuego y vierte la nata líquida poco a poco sin dejar de remover hasta obtener una textura homogénea y suave. Por último, añade la sal y remueve hasta disolver. Deja reposar unos 10-15 minutos. Para el montaje de la tarta: desmolda cuidadosamente el sablé bretón y coloca en el plato de presentación. Desmolda el cheesecake y dispón sobre la base de sablé bretón. Vierte el caramelo sobre la superficie de la cheesecake y mete la tarta en la nevera. Cuando la vayas a servir, sácala de la nevera y deja que se temple durante unos 20 minutos.

La versatilidad de las tartas de queso resulta infinita: tanto por su combinación con frutas, chocolate, etc., como por el tipo de base con que se sustente, aunque sin duda esta de galleta le va de maravilla al queso. Y la aportación del caramelo salado completa un conjunto absolutamente redondo.


Como te va a sobrar salsa de caramelo, pásala a un frasco de cristal y conserva bien cerrado en la nevera. Puede durar hasta un mes y te servirá para acompañar helados, bizcochos, tartas, etc. Como se solidifica bastante, antes de usar hay que darle un golpe de calor durante unos segundos en el microondas o al baño María.
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