28.11.14

Bizcocho de limón y moras

Pues con la cantidad de moras que cogimos a finales del verano y que congelé para momentos como éste, sigo haciendo combinaciones, hoy con limón y en forma de riquísimo bizcocho para desayunar o merendar. Dulce, pero con toques ácidos; simplemente delicioso...


Bizcocho de limón y moras

225 gramos de azúcar
2 huevos
2 yogures naturales
La piel rallada de 1 limón
50 gramos de harina de almendra o almendras molidas
100 gramos de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
150 gramos de moras

Precalienta el horno a 180 grados. Engrasa un molde de bizcocho. En un bol bate el azúcar y los huevos durante unos 5 minutos, hasta obtener una mezcla pálida y aireada. Añade los yogures, la piel rallada del limón y un pellizco de sal, y envuelve con una espátula. Incorpora las almendras molidas, la harina y la levadura, envolviendo hasta combinar. Añade las moras y vierte la masa en el molde. Hornea durante unos 50-60 minutos, y haz la prueba del palillo para comprobar que está listo. Retira el molde del horno y deja enfriar sobre una rejilla antes de desmoldar.

Pequeño consejo: es mejor poner en la masa las moras congeladas para evitar que éstas se vayan al fondo durante el horneado, y para evitar, en la medida de lo posible, teñir el bizcocho de color morado.


Reserva unas moras para el momento de servir y espolvorea con un poco de azúcar glass, y tendrás un bizcocho de lujo.
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25.11.14

Mejillones al curry rojo

Hoy he sentido (de nuevo) la imperiosa urgencia de comer algo asiático y me he dado cuenta de que tenía muy abandonado mi maravilloso curry rojo tailandés, ese con el que hice un riquísimo rabo de toro con curry rojo que todavía recordamos entre suspiros de placer. Y como en una compra de esas un poco sin sentido y por impulso compré una malla de mejillones, me he lanzado a combinar sin miedo ambos ingredientes. Los mejillones congenian de maravilla con ingredientes asiáticos como el curry, la leche de coco, el cilantro o la lima. Este plato tiene muchas ventajas, entre ellas, que se prepara en un cuarto de hora, y que constituye un entrante o un primer plato de esos que gustan a todos. Esta receta es para 4 personas.


Mejillones al curry rojo

2 kilos de mejillones
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla, picada
1 cucharada de pasta de curry rojo tailandés
120 mililitros de vino blanco seco
El zumo de 1/2 lima
120 mililitros de leche de coco
Cilantro picado

Limpia bien los mejillones. En una cacerola grande calienta el aceite de oliva a fuego bajo y pocha la cebolla hasta que esté trasparente. Sube el fuego a medio-alto y fríe la pasta de curry hasta que empiece a pegarse al fondo de la cacerola. Añade el vino e incorpora inmediatamente los mejillones. Tapa la cacerola y deja cocer al vapor durante unos minutos hasta que se hayan abierto. Desprecia los mejillones cerrados. Añade la lecha de loco y mueve, tapa de nuevo y deja que se caliente e integre todo el conjunto. Espolvorea el cilantro picado y sirve inmediatamente.

Importante el nivel de picante. Del 1 al 5, con la cantidad de curry de esta receta resultará un 4, porque a mí me apasiona el picante, pero no tienes más que rebajar la cantidad si no te gusta tanto, aunque la verdad es que la gracia de este plato es que los mejillones piquen…


Imprescindible un buen cesto de pan para mojar y así no perder ni una gota de una salsa exquisita.

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17.11.14

Sopa de pescado y marisco

Nada tan reconfortante en un día frío como el de hoy como una buena sopa casera. A pesar de lo que pueda parecer, esta sopa de pescado y marisco es muy fácil de hacer y siempre sale bien. Lo único que hay que tener en cuenta es que los ingredientes deben ser de buena calidad, y debemos de partir de un fumet casero que podemos tener previamente hecho y congelado, o hacer directamente en el momento. Esta receta es para 4 personas.



Sopa de pescado y marisco

Para el fumet: espinas y cabeza de pescado, cabezas de gambas, 1 zanahoria, 1 puerro, 1 hoja de laurel, granos de pimienta.
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla, picada
2 ajos, picados
1 tomate maduro, pelado y picado
250 gramos de rape, en trozos, limpios de espinas y piel
Un puñado generoso de gambas, peladas y limpias
Un puñado generoso de anillas de calamar
16 mejillones

En primer lugar prepara el fumet o caldo de pescado, introduciendo todos los ingredientes en una olla grande con agua fría, a fuego máximo. Mientras se va calentando, ve espumando el caldo con ayuda de una espumadera. Cuando empiece a hervir añade un poco de agua fría y calcula media hora desde el momento en que vuelve a hervir de nuevo. Pasado ese tiempo, cuela y reserva. En una cacerola grande calienta el aceite y rehoga la cebolla hasta que esté transparente. Entonces rehoga el ajo durante unos minutos. A continuación añade y sofríe el tomate. Incorpora las anillas de calamar y deja que se hagan durante unos minutos; a continuación los trozos de pescado vuelta y vuelta, y por último incorpora las gambas peladas dejando que se hagan mínimamente. Añade el sofrito a la cacerola del caldo, y llévalo a ebullición. Entonces incorpora los mejillones y espera unos minutos a que se abran. Tapa y cuece a fuego lento durante 5 minutos. Retira los mejillones que no se hayan abierto. Salpimienta al gusto y sirve muy caliente.

Esta es una sopa que tradicionalmente se ha comido en muchas casas españolas en Navidad, pero esta versión, algo más sencilla, es perfecta para cualquier día de frío, siendo un primer plato muy sabroso. Por supuesto, esta sopa se puede enriquecer cambiando o añadiendo pescados y mariscos.


Hay quien le incorpora un poco de arroz, unos fideos cabellines, o unos picatostes de pan, pero a mí sinceramente, es así como más me gusta. Resulta exquisita acompañada por una rebanadas de pan rústico tostado.

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11.11.14

Tarta de chocolate y castañas

Deliciosa, con una textura muy especial y melosa, tipo brownie, nada pesada y de sabor suave. Esta es de esas tartas que lo tienen absolutamente todo. Primero y más importante: ya sólo las palabras galleta + chocolate + castaña tienen la cualidad de hacer que se le haga la boca agua a cualquiera. En segundo lugar, y no menos importante, no puede ser más sencilla de hacer. Y por último, os garantizo que es una tarta que no dejará a nadie indiferente, incluso a aquellos que dicen eso de “no, es que a mí no me gustan las castañas” (como yo, ejem). Además es muy vistosa y aprovechamos uno de los productos de temporada más prolíficos del otoño.


Tarta de chocolate y castañas

200 gramos de harina
110 gramos de mantequilla fría
50 gramos de azúcar glas
30 gramos de harina de almendras o almendras molidas
1 huevos tamaño M
5 gramos de azúcar avainillado
Un pellizco de sal
350 gramos de crema de castañas
1 tableta de chocolate para repostería de 250 gramos
120 gramos de mantequilla
3 huevos tamaño L

Prepara primero la base de masa sablé, poniendo en un bol grande la harina, la sal, los azúcares y la harina de almendras, y mezclando bien todos los ingredientes con las manos. Incorpora la mantequilla fría cortada en dados y con las manos combina formando una masa de consistencia arenosa. Bate el huevo y agrega la mitad de éste a la masa, y continúa mezclando con las manos. Poco a poco y si fuera necesario, incorpora el resto del huevo batido hasta conseguir una masa homogénea, dándole forma de bola. Pon la masa entre dos papeles de horno y con un rodillo extiéndela, y colócala sobre el molde, ajustándola con los dedos y recortando los bordes sobrantes. Tapa el molde con papel film y deja enfriar en la nevera al menos durante una hora. Pasado ese tiempo, precalienta el horno a 160 grados
. Saca el molde de la nevera, quita el papel film, pon un papel de horno sobre la masa con un puñado de legumbres para hacer peso, y hornea durante 10 minutos. Retira el papel con el peso y hornea durante 15 minutos más; saca el molde del horno y reserva. Baja la temperatura del horno a 150 grados. Lleva el chocolate troceado y la mantequilla al baño maría y mezcla hasta obtener una crema homogénea y lisa. En un bol mezcla a mano con varillas la crema de castañas y los huevos, e incorpora el chocolate, mezclando bien. Rellena la base de masa sablé y hornea durante 50 minutos. Saca el molde del horno, deja enfriar y sirve.

Me hubiera gustado tener tiempo para hacer la crema de castañas de forma casera, pero no pudo ser y utilicé una envasado y lista para usar. Hay diversas marcas, yo escogí La Vieja Fábrica; se encuentran en la zona de las mermeladas, y ya advierto que no son baratas, pero es lo que tiene no tener que andar pelando castañas durante horas. A mí en esta ocasión me compensaba, pero lo suyo es aprovechar este momento...


Me parece un postre o merienda perfectos para las Navidades, que ya no están tan lejos…

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4.11.14

Tarta de queso manchego y membrillo

He tardado un año exacto en hacer esta receta tan otoñal que tanto me apetecía, desde que el año pasado probé en Navarra una deliciosa tarta de queso y membrillo. Entre pitos y flautas nunca encontraba la ocasión y por fin ha vuelto la temporada de membrillos y he aprovechado una reunión familiar para quitarme la espinita. Realmente no tengo palabras para explicar lo riquísimo de esta combinación de galletas saladas, queso manchego y dulce de membrillo; es sencillamente espectacular.



Tarta de queso manchego y membrillo

1 caja de galletas Ritz de 200 gramos, trituradas
3 cucharadas de mantequilla, derretida
500 gramos de queso crema, a temperatura ambiente
200 gramos de azúcar
4 huevos tamaño L
1 tarrina de creme fraiche de 200 gramos
2 tarrinas de crema de queso manchego semi curado de 125 gramos cada una
225 gramos de dulce de membrillo (aquí la receta)

Precalienta el horno a 180 grados y engrasa un molde desmontable. Para hacer la base, en un bol pequeño mezcla las galletas trituradas y la mantequilla con las manos, y con la masa forra la base de un molde desmontable, aplastando con los dedos para asegurar que la base queda firme y compacta. Hornea durante 10 minutes. Retira del horno y deja enfriar a temperatura ambiente. En un bol mediano mezcla los quesos y el azúcar hasta integrarlo. Incorpora los huevos batiendo uno a uno y la creme fraiche hasta combinar por completo. Vierte la masa en el molde y hornea a 180 grados durante 30 minutes. Apaga el horno y deja el molde enfriarse dentro del horno durante dos horas. En un bol pequeño mezcla el dulce de membrillo con 2 cucharadas de agua, añadiendo más agua si fuera necesario para poder extender la pasta sobre la superficie de la tarta aún sin desmoldar. Refrigera unas horas para que se asiente por completo. Saca la tarta de la nevera media hora antes de servir y desmolda en el último momento.

Esta tarta no reviste ninguna dificultad y el único truco consiste en esperar a que se enfrié durante un par de horas en el horno apagado.


Esta es la clásica tarta que al día siguiente está incluso mejor que recién hecha, cuando todos los sabores han tenido tiempo de asentarse y mezclarse bien.

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