27.3.15

Tarta de chocolate y naranja

Esta combinación de chocolate y naranja es probablemente mi preferida si necesariamente tengo que fusionar el chocolate con otro sabor. Contiene toda la intensidad del chocolate y la esencia vibrante y fresca de la naranja. Es un bizcocho de textura tierna realzado claramente por una cobertura de chocolate gruesa y rica, que hará las delicias de cualquier amante del chocolate. Esta receta es para una tarta de dos pisos de bizcocho de 20 centímetros de diámetro o 3 pisos de 15 centímetros de diámetro.


Tarta de chocolate y naranja

Para los bizcochos de chocolate:
350 gramos de azúcar
La ralladura de 2 naranjas
2 huevos tamaño L
120 mililitros de aceite de girasol
115 mililitros de creme fraiche
1 cucharadita de extracto de vainilla
220 gramos de harina
65 gramos de cacao en polvo
2 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de levadura en polvo
1/2 cucharadita de sal
230 mililitros de buttermilk (230 mililitros de leche + 1 cucharada de zumo de limón o vinagre blanco)

Para el curd de naranja:
El zumo de 2 naranjas y la ralladura de 1
250 gramos de azúcar
120 gramos de mantequilla
4 huevos
1 cucharadita de maicena

Para la cobertura de chocolate:
340 gramos chocolate
oscuro de repostería
115 gramos de mantequilla
La ralladura de 1 naranja
115 gramos de creme fraiche
1 cucharada de Cointreau o licor de naranja (opcional)


Para las naranjas confitadas:
Estos son los ingredientes

Precalienta el horno a 180 grados y engrasa los moldes. Prepara el buttermilk. mezclando la leche y el limón o vinagre y dejándolo reposar durante 10 minutos. Reserva. En un bol grande combina el azúcar con la ralladura de naranja, y frota con los dedos para liberar los jugos de la cáscara en el azúcar. Incorpora los huevos, el aceite vegetal, la creme fraiche y la esencia de vainilla hasta combinar bien. Gradualmente incorpora la harina, el cacao en polvo, la levadura, el bicarbonato y la sal, alternando con el buttermilk. Mezcla hasta obtener una masa uniforme y divídela equilibradamente en los moldes. Hornea durante 40-50 minutos, o hasta que al pinchar un palillo en el centro del bizcocho, éste salga limpio y seco. Saca los moldes del horno y deja enfriar sobre una rejilla durante 10 minutos. Pasado este tiempo, desmolda los bizcochos y deja que se enfríen sobre la rejilla. Cuando estén totalmente fríos, envuélvelos en film transparente y mételos en la nevera al menos durante 2 horas. Mientras tanto prepara el curd de naranja batiendo los huevos y mezclándolos con el azúcar, laralladura de naranja y el zumo. Pon esta mezcla a hervir en una cacerola pequeña y a fuego muy lento. Mueve continuamente hasta que la mezcla se espese y alcance la consistencia adecuada. Retira del fuego, añade la mantequilla incorporándola bien, deja enfriar a temperatura ambiente, y reserva. Ahora prepara la cobertura de chocolate: en un cacerola mediana, derrite el chocolate y la mantequilla a fuego bajo hasta obtener una crema homogénea. Retira del fuego e incorpora la piel de naranja, la creme fraiche y el licor de naranja (opcional). Deja enfriar a temperatura ambiente y entonces mete en la nevera durante el tiempo necesario para que la cobertura se endurezca un poco y resulte más fácil trabajar con ella. Para preparar las rodajas de naranja confitadas, sigue estas instrucciones. Para el montaje de la tarta pon con cuidado un bizcocho en el plato de presentación, y cubre con la cantidad deseada de curd de naranja, deja que penetre en la medida de lo posible en el bizcocho, y con ayuda de una espátula, cubre con una capa de cobertura de chocolate gruesa. Pon el siguiente bizcocho encima y repite la operación, cubriendo la superficie y los laterales con una capa fina de cobertura, que será la que nos ayude a mantener las migas en su sitio. Mete en la nevera durante al menos 30 minutos para que esta fina capa de cobertura de endurezca. Pasado el tiempo, saca la tarta de la nevera y cubre con otra capa de cobertura de chocolate que será la visible y definitiva, empezando por los lados y terminando por la superficie. Decora con las naranjas confitadas y refrigera. Saca de la nevera 1 hora antes de servir.

Desde luego esta no es una tarta para todos los días, no sólo porque es bastante espectacular, si no porque con las naranjas confitadas lleva un poquito más de elaboración, pero si la quieres simplificar no tienes más que sustituir las naranja confitadas por ralladura de piel de naranja y ya tienes una tarta más sencilla, para cualquier ocasión, pero igual de rica.


Esta tarta la decoré con el llamado “efecto pétalo”, y si quieres hacer alguna floritura como esta, hay cientos de videos en internet donde explican paso a paso cómo hacerlo.

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24.3.15

Huevos al plato

Hoy os propongo un plato rápido y socorrido, para esos momentos en los que hay poco en la nevera y nada de ganas, pero que una vez que te sientas a comer te alegras de haber invertido un poco de esfuerzo y tiempo, en este caso apenas unos minutos. Estos huevos son el típico plato de toda la vida del que en cada casa hay una receta; esta es mi versión, que por cierto es muy ilustrada pero se puede simplificar al gusto. Esta receta es para 2 personas.


Huevos al plato

Mantequilla para engrasar los platos
4 huevos
4 cucharadas de tomate frito
2 lonchas de queso
2 lonchas de jamón o pavo
8 rodajas de chorizo picante
1 lata pequeña de guisantes
1 pizca de sal

Precalienta el horno a 180 grados arriba y abajo. Engrasa con un poco de mantequilla los platos aptos para el horno. Pon una cucharada generosa de salsa de tomate en el fondo del plato. Sobre el tomate incorpora las lonchas de queso y jamón y las rodajas de chorizo. Casca los huevos por encima con cuidado de no romperlos y echa una pizca de sal sobre la yema. Por último reparte los guisantes y pon un poquito más de tomate frito. Mete en el horno hasta que las claras estén cuajadas y las yemas aún blanditas, unos 5 minutos.

Las cantidades son meramente orientativas porque depende en gran medida de los platos que uséis, y cómo no, de vuestros gustos. Eso sí, imprescindible pan.

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20.3.15

Cheesecake bretón con salsa de toffee salado

Un perfecto maridaje franco-americano entre el sablé breton francés, el cheesecake americano y la imprescindible salsa de caramelo o toffee salado. Fundamental saber que el cheesecake hay que hacerlo la víspera ya que necesita bastante tiempo para que cuaje por completo, por lo que hay que controlar muy bien los tiempos de esta receta.


Cheesecake bretón con salsa de toffee salado

Para el cheesecake:
600 gramos de queso crema + 300 gramos de queso semicurado en crema
6 huevos
200 gramos de azúcar
1 cucharada de harina
1 cucharadita de extracto de vainilla

Para la base de sablé bretón:
Ver ingredientes aquí

Para la salsa de caramelo o toffee salado:
200 gramos de azúcar
85 gramos de mantequilla, cortada en dados
120 mililitros de nata líquida para montar
1 y ½ cucharadita de sal Maldon o fleur de sel

Para preparar el cheesecake: precalienta el horno a 160 grados. Con la ayuda de un tenedor, bate los quesos con el azúcar. Añade los huevos uno a uno y mezcla bien. Añade la harina y mezcla. Vierte la masa en el molde sobre el sablé bretón y alisa la superficie. Hornea durante 15 minutos y baja la temperatura a 120 grados y hornea 45 minutos más. Apaga el horno y deja el cheesecake en el interior hasta que se enfríe por completo. Refrigera durante 24 horas, desmolda y reserva. Para preparar el sablé bretón: sigue estas instrucciones, pero forrando con la masa el mismo molde que usaste para hornear la tarta de queso, y reserva. Para preparar la salsa de caramelo salado: calienta el azúcar en un cazo mediano hondo, a fuego medio removiendo constantemente con unas varillas de mango largo. Se formarán cristales en el azúcar, pero según se vaya fundiendo empezarán a disolverse hasta adquirir un tono dorado y una consistencia densa. Cuando el azúcar esté fundido por completo, deja de remover sin apartar del fuego hasta que adquiera un tono ámbar intenso y sin que llegue a quemarse, entre 1 y 2 minutos. Añade inmediatamente la mantequilla y remueve hasta que queden ambos perfectamente combinados. Retira del fuego y vierte la nata líquida poco a poco sin dejar de remover hasta obtener una textura homogénea y suave. Por último, añade la sal y remueve hasta disolver. Deja reposar unos 10-15 minutos. Para el montaje de la tarta: desmolda cuidadosamente el sablé bretón y coloca en el plato de presentación. Desmolda el cheesecake y dispón sobre la base de sablé bretón. Vierte el caramelo sobre la superficie de la cheesecake y mete la tarta en la nevera. Cuando la vayas a servir, sácala de la nevera y deja que se temple durante unos 20 minutos.

La versatilidad de las tartas de queso resulta infinita: tanto por su combinación con frutas, chocolate, etc., como por el tipo de base con que se sustente, aunque sin duda esta de galleta le va de maravilla al queso. Y la aportación del caramelo salado completa un conjunto absolutamente redondo.


Como te va a sobrar salsa de caramelo, pásala a un frasco de cristal y conserva bien cerrado en la nevera. Puede durar hasta un mes y te servirá para acompañar helados, bizcochos, tartas, etc. Como se solidifica bastante, antes de usar hay que darle un golpe de calor durante unos segundos en el microondas o al baño María.
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17.3.15

Hummus de coliflor y pimentón

Soy una enamorada del hummus de garbanzos pero precisamente porque me gusta tanto, creo que es estupendo poder hacer diferentes versiones con diferentes ingredientes, y experimentar un poco en la cocina. Y dicho esto, reconozco que como de costumbre, fruto del impulso, compré una coliflor enorme, y ya llevaba un par de días en la nevera, que yo nunca encontraba el momento ni las ganas de prepararla. Hasta que me enfrenté con la dura realidad de que no me apetecía nada el rollo coliflor con bechamel y queso (sí, buenísimo, pero super engordante, y anticipando lo que no tardando se nos vendrá encima, no quiero adelantar disgustos), por lo que se me ocurrió hacer este hummus, sanísimo y delicioso.


Hummus de coliflor y pimentón

1 cabeza de coliflor de tamaño mediano, partida en flores
Aceite de oliva
1 diente de ajo
1 cucharadita de pimentón
2 cucharaditas de zumo de limón
Sal y pimienta
Para decorar, semillas de sésamo tostadas, aceite de oliva y cilantro

Precalienta el horno a 200 grados y forra con papel de horno una bandeja de horno. Pon las flores de coliflor en la bandeja y aliña con aceite, sal, pimienta y pimentón. Hornea durante 40 minutos, moviendo a la mitad del tiempo. Saca del horno y deja enfriar. Combina la coliflor con el ajo, y el zumo de limón en el vaso de la batidora y procesa hasta obtener una crema. Añade el aceite de oliva sobrante en la bandeja y vuelve a batir. Sirve con un hilo de aceite, las semillas de sésamo tostadas y el cilantro.

Prueba a añadir cualquiera de estos ingredientes a la mezcla en la batidora para improvisar nuevos sabores: tomates secos, albahaca fresca, orégano, tomillo, pimientos asados, cayena, curry, comino, etc.


Sirve acompañado de unas aceitunas Kalamata, de pan pita o de verduras cortadas en bastones.

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14.3.15

Bizcocho de jengibre y lima

Probé este bizcocho en Balthazar Boulangerie durante mi última visita a Londres, y sin duda fue un flechazo. Y como Londres está a cierta distancia, he tenido que crear mi propia versión, cuyo resultado, sin ser exactamente igual al original, no está nada mal. Ya os contaba aquí que para tomar un trozo de tarta, un pastelito o un tentempié salado en cualquier momento del día, Balthazar es el sitio adecuado. Un oasis de paz en un espacio mínimo abarrotado de deliciosas tentaciones caseras, dulces y saladas, entre las que es difícil elegir.


Bizcocho de jengibre y lima

200 gramos de mantequilla, ablandada
175 gramos de azúcar moreno
1 cucharada de extracto de vainilla
3 limas
3 huevos grandes
200 gramos de harina
1 cucharadita y media de levadura en polvo
1 cucharadita de jengibre molido
1 pellizco de sal
2 yogures naturales
Para el glaseado: 6 cucharadas de azúcar glass, 1/2 cucharada de leche, el zumo y la piel de 1 lima

Precalienta el horno a 180 grados y engrasa un molde. Bate la mantequilla con el azúcar y el extracto de vainilla, hasta obtener una crema, pálida ligera y esponjosa. Ralla la piel de las limas y añade a la crema. Gradualmente incorpora los huevos, batiendo uno por uno. En un bol aparte tamiza la harina, la levadura, el jengibre y la sal. Incorpora esta mezcla a la crema de mantequilla y azúcar. Añade el yogur y el jugo de 2 de las limas y bate hasta obtener una masa lisa y homogénea. Vierte la masa en el molde y hornea en la tercera balda por abajo del horno durante 1 hora - 1 hora y 15 minutos, o hasta que esté dorado y al introducir un palillo éste salga limpio y seco. Saca del horno y deja enfriar en el molde durante 15 minutos, y después deja enfriar por completo sobre una rejilla. Prepara la glasa mezclando el azúcar glass, la leche y el zumo de lima en un bol pequeño. Pon la rejilla con el bizcocho sobre un papel de aluminio y con una cuchara vierte la glasa sobre el bizcocho, dejando que resbale. Espolvorea el bizcocho con la piel de la lima cortada en tiritas finas, que se quedarán pegadas a la glasa.

Está claro que para que te guste este bizcocho, te tiene que gustar el sabor picante del jengibre, y yo me declaro fan. Es un bizcocho absolutamente aromático, con el toque refrescante que le aporta la lima. Se trata de un bizcocho con mucho carácter, dulce, picante y ácido, todo a la vez.


Ya sólo queda preparar un té o un café para acompañarlo, y ¡a disfrutar!

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9.3.15

Conejo al ajillo al horno

Otra receta de esas que no dejan a nadie indiferente porque a qué negarlo, el conejo o se ama o se odia, no hay medias tintas. Hay muchas formas de preparar el conejo, pero para mí ésta es la mejor, porque no tiene ninguna complicación, precisa de pocos ingredientes y rebosa sabor. Esta receta es para 4 personas.


Conejo al ajillo al horno

1 conejo, troceado
8 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadas de vino blanco
1 cabeza de ajos
2 cucharadas de vinagre
Tomillo fresco
Sal y pimienta

Precalienta el horno a 180 grados. Salpimienta los trozos de conejo y disponlos en una fuente de horno engrasada con el aceite junto con los ajos sin pelar. Hornea durante 10 minutos aproximadamente, hasta que el conejo empiece a dorarse. Riega con el vino, incorpora el tomillo a la fuente e introducirlo de nuevo en el horno durante unos 30 o 40 minutos más, dándole la vuelta a la mitad del tiempo. Pasado el tiempo, saca la fuente del horno, pasa los trozos de conejo a una fuente de servir y reserva. Añade a la fuente de horno el vinagre y 2 cucharadas de agua para formar una salsa, riega el conejo y sirve inmediatamente.

Si no eres fan del conejo no tienes más que sustituir su carne por la de pollo y tendrás otra sabrosa y sanísima receta.


Combina a la perfección con una buena ensalada, unas patatas fritas o un arroz blanco.

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6.3.15

Pastel mousse triple chocolate

Si eres un amante del chocolate, entenderás que esta receta no requiere ninguna presentación previa. Sólo comentar que aparte de contener el combo completo (bizcocho de chocolate oscuro, mousse de chocolate con leche y mousse de chocolate blanco), es un postre ligero, nada empalagoso, y con una atractiva presentación. Esta receta es para 6-8 pasteles dependiendo del diámetro de los aros que utilices.


Pastel mousse triple chocolate

Para el bizcocho de chocolate oscuro:
110 gramos de mantequilla, 250 gramos de azúcar, 55 gramos de cacao en polvo, 2 huevos grandes, 55 gramos de chocolate negro derretido
, 210 gramos de harina, 1 cucharadita de levadura en polvo, 3/4 de cucharadita de bicarbonato, 1/4 de cucharadita de sal, 120 mililitros de agua, 120 mililitros de leche

Para la mousse de chocolate con leche:
½ hoja de gelatina, 100 mililitros de leche entera, 175 gramos de chocolate con leche en trozos, 180 mililitros de nata para montar

Para la mousse de chocolate blanco:
½ hoja de gelatina, 100 mililitros de leche entera, 175 gramos de chocolate con leche en trozos, 180 mililitros de nata para montar

Para preparar el bizcocho: precalienta el horno a 160 grados y engrasa un molde o fuente rectangular de bordes altos y forrado con papel de cocina. Derrite el chocolate en el microondas en intervalos de 30 segundos, y reserva. Bate la mantequilla, el azúcar, y el cacao hasta lograr una masa homogénea y esponjosa. Añade los huevos, uno a uno, hasta incorporar. Añade el chocolate derretido una vez que se haya enfriado un poco, pero aún templado. En un bol mediano mezcla los ingredientes secos: harina, levadura, bicarbonato y sal, y reserva. En un contenedor apto para microondas combina la leche y el agua, y calienta durante unos 45 segundos. Agrega los ingredientes secos a la combinación de mantequilla, azúcar y cacao, y mezcla. Añade el agua caliente y la leche, y mezcla. Vierte la masa en el molde. Alisa la superficie y hornea unos 20 minutos. Comprueba que el bizcocho está hecho, sácalo del horno y déjalo enfriar a temperatura ambiente. Una vez frío, sácalo del molde, corta círculos con un aro de emplatar y dispón los aros con los círculos de bizcocho dentro, en una bandeja que sepas que te vaya a caber en el congelador. Reserva. Para preparar la mousse de chocolate con leche: rehidrata la gelatina siguiendo las instrucciones del envase. Calienta la leche en una cacerola pequeña sin que llegue a hervir. Apaga el fuego y mete la gelatina en la leche, mezclando hasta disolver. Vierte esta leche sobre el chocolate previamente reservado en un bol y deja reposar 2 minutos. Mezcla hasta obtener una crema homogénea. Reserva y deja entibiar. Monta la nata hasta formar picos suaves. Incorpora la nata montada al chocolate con movimientos envolventes. Vierte esta mousse en los aros preparados, llenándolos hasta la mitad. Mete la bandeja en el congelador y deja reposar al menos 2 horas. Para preparar la mousse de chocolate blanco: sigue el mismo procedimiento que para la mousse de chocolate con leche. Vierte en los aros hasta llenar por completo. Vuelve a meter la bandeja en el congelador por lo menos durante 2 horas. Para el montaje de los pasteles: saca la bandeja del congelador, masajea los aros con las manos durante unos minutos para que se templen y empújalos sacando los pasteles del aro despacio y con cuidado. Mételos en la nevera para que se descongelen, lo que llevará unas 2 horas. Decora al gusto.

Para no encontrarte con problemas sobre la marcha, comprueba que tienes suficiente espacio en tu congelador para acoplar la bandeja con los moldes. Tienes que tener en cuenta que toda la receta te llevará al menos 6 horas hasta que lo puedas servir, pero se pueden hacer los pasos por adelantado y tener los pasteles preparados en el congelador.


Yo los adorné con unos mini macarons de chocolate porque es lo que tenía por ahí, pero también quedarían muy bien sólo con el cacao espolvoreado, con unas virutas de chocolate, o con alguna pequeña fruta exótica tipo physalis.
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3.3.15

Timbal de morcilla con pimiento y huevo

En mi modesta opinión, pocas cosas hay mejores que unos buenos huevos fritos con patatas y morcilla, y esta receta no es más que una reinterpretación personal de este plato clásico y sencillo, con una presentación algo diferente, pero manteniendo su esencia y carácter. No es una receta complicada, pero hay que seguir los pasos manteniendo mucho orden en la cocina para no terminar con todo patas arriba. Esta receta es para 2 timbales.


Timbal de morcilla con pimiento y huevo

2 morcillas de cebolla
1 calabacín pequeño, cortado en daditos
1/2 cebolla, picada
2 pimientos asados
2 huevos
2 cucharadas de tomate frito
Perejil pecado para decorar

Calienta aceite de oliva en una sartén y pocha bien la cebolla y el calabacín durante unos 10 minutos; salpimienta y reserva. Mientras tanto, abre las morcillas, saca su contenido y añádelo a la sartén, fríe la morcilla y reserva. Con un aro de emplatar corta los pimientos para darles la forma del timbal, pásalos por la sartén vuelta y vuelta, y resérvalos. Usa los aros para hacer los huevos fritos de la siguiente forma: cubre el fondo de una sartén con papel de horno, pon el aro sobre el papel y pon unas gotas de aceite dentro del aro; echa el huevo cuidadosamente dentro del aro, espera a que se haga, y reserva. Para el montaje de los timbales, pon el aro en el plato, dentro de éste pon una cucharada de tomate frito, rellena el aro hasta la mitad de su capacidad con la morcilla frita, pon encima el pimiento, sobre éste un poco más de morcilla, y por último el huevo frito. Decora con un poco de perejil picado y sirve inmediatamente.

Como veis el resultado es muy vistoso, está buenísimo, y funciona perfectamente como entrante o plato principal, dependiendo del tamaño de vuestros aros.


Y sin duda, el mejor momento llega cuando se rompe la yema...

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