10.6.14

Rabo de toro con curry rojo

Como supongo que muchos de vosotros, yo ya tengo mis vacaciones de verano preparadas y estoy tachando en el calendario los días que me faltan para irme… Y para sentirme un poquito más cerca de mi destino, hoy he preparado este delicioso curry rojo típico del sudeste asiático, uno de los más picantes, profundos y sabrosos, y que a mí personalmente me apasiona. Para hacer este guiso he elegido rabo de toro porque es una de las carnes más melosas y suaves; también se puede hacer perfectamente con morcillo o carrillera, el único truco consiste en estofarlo previamente durante largo tiempo a fuego lento, dando como resultado una carne muy sabrosa y tierna. Se trata de una receta relativamente sencilla de preparar, porque como veréis, se utilizan ingredientes que ya podemos encontrar fácilmente en cualquier tienda especializada de productos orientales. Como cualquier otro guiso, está más rico si la carne se hace el día anterior.



Rabo de toro con curry rojo

1, 250 gramos de rabo de toro
2 cebollas rojas, cortadas en cuartos
1 puerro, cortado en rodajas
2 zanahorias, peladas y cortadas en rodajas
3 dientes de ajo, picados
6 bolitas de pimienta en grano, 2 hojas de laurel, sal
2 vasos de vino tinto y 1 vaso de agua
4 dientes de ajo, picados
1 cucharada de semillas de cilantro, machacadas

1-2 guindillas rojas frescas, cortadas en rodajas (según el nivel de picante que te guste)
1 cucharada de piel rallada de lima
1 tallo de lemon grass, machacado
2 hojas de lima kafir o en su defecto, de limón
1 cucharada de pasta de curry rojo
1 lata de leche de coco

300 mililitros del jugo de la cocción del rabo

2 cebolletas, cortadas en cuartos

1 pimiento rojo, cortado en tiras


Las hojas de 2 ramas de cilantro fresco, picadas


Calienta un dedo de aceite en una sartén. Sala la carne y enharínala; retira el exceso de harina y dora los trozos y resérvalos. En la misma cacerola donde hemos dorado la carne y quitando un poco del aceite, pocha la cebolla, el puerro y el ajo, y después las zanahorias. Añade los granos de pimienta y el laurel. Vierte el vino y el agua, dale un hervor, incorpora la carne reservada, tapa la cacerola y guisa durante unas 5 horas (unas 3 horas en olla exprés), hasta que la carne esté muy hecha. Separa la carne del hueso y quita la grasa sobrante, reservando la carne en trozos lo más grandes posible. Cuela el líquido restante de la cacerola y reserva. Para preparar el curry, en una cacerola calienta un poco de aceite y sofríe las semillas de cilantro machacadas, los ajos, las guindillas, y la piel rallada de lima, en este orden. Una vez sofrito, añade la pasta de curry y dale unas vueltas; a continuación incorpora la leche de coco, el lemon grass, las hojas de lima y el caldo resultante de la cocción del rabo. Deja cocer esta mezcla unos minutos y añade las cebolletas, el pimiento y la carne del rabo. 
Mézclalo todo con cuidado de no deshacer la carne, hasta que todos los ingredientes estén incorporados. Decora con el cilantro picado y sirve caliente.

Aunque originario de la India, los países del sudeste asiático adoptaron y versionaron el curry hace mucho tiempo, haciendo de él uno de sus platos más característicos. Todos los currys me gustan, pero éste me parece especialmente adictivo porque me apasiona la combinación de la cremosa dulzura de la leche de coco, el olor del cilantro, el frescor y la acidez de la lima, y la mezcla absolutamente perfecta de las especias que lo componen.


El mismo plato estará también riquísimo sustituyendo la carne por pollo, cerdo, gambas o verduras. Esta receta es para 6 raciones, especialmente si lo vamos a acompañar de arroz jazmín u otro tipo de arroz de grano largo, que sería lo suyo.

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